En torno a los 34 grados se tomó la salida. Y se llegó más o menos en la misma temperatura. La cuadragésimo quinta edición de la Carrera Pedestre Popular Toledo-Polígono hizo hueco al calor, y también a la humedad, para endurecer todavía más un trazado, el de este año, bastante complicado. Las lluvias de los últimos días complicaron parte del recorrido, aunque no fue obstáculos para los triunfos de Abraham García Sánchez, del Club Atletismo Torrijos, que paró el crono en 33 minutos y 32 segundos y de Laura Galiano del Club Atletismo Toledo que lo hizo en 40 minutos y 24 segundos.
A las 9 en punto se escuchó el pistoletazo de salida desde la Puerta de Bisagra. Los cerca de 300 corredores que se colocaron el dorsal para encarar la prueba salieron a su ritmo. Los favoritos tomaron pronto la delantera, y cogieron con muchas ganas la subida por la calle Gerardo Lobo. La bajada posterior y el paso por el puente de Alcántara dejaron las primeras estampas destacadas de la tarde.
El paso por Santa Bárbara transcurrió sin contratiempos, con la serpiente de corredores estirándose cada vez más. Quedaba todavía la parte más sinuosa, la del camino que une este barrio con el de Santa María de Benquerencia, paralelo a la vía del tren. Las precipitaciones removieron la tierra de algunas zonas, lo que convirtió en un auténtico ejercicio de equilibrio algunos metros.
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La salida se dio en la puerta de Bisagra.
Los corredores cruzaron el puente de Alcántara.
Pero el paso a la zona residencial del Polígono fue un alivio para los atletas que lo estaban pasando mal, y que estaban acusando en exceso el calor. Al final, la llegada a la pista de atletismo fue la luz al final del túnel. Porque esta carrera, que pone fin a la temporada de pruebas en la capital, es bonito, pero también muy dura. Por eso siempre hay valientes que quieren correrla.