En España se considera que hay unos 14 millones de pacientes con hipertensión arterial, y en los pacientes mayores de 50 años, se estima que el 55% tiene esta patología. En el caso de los mayores de 65 años, la prevalencia se sitúa entre el 60% y el 70%. Los efectos de no tratar esta patología se centran en el daño de los vasos y, por tanto, de los órganos que dependen de la sangre que éstos les llevan. El Dr. Luis Rodríguez Padial, jefe de equipo en la Clínica Medicina y Prevención Cardiovascular, destaca que «en el corazón puede producirse infarto de miocardio, angina de pecho, insuficiencia cardiaca o una arritmia como la fibrilación auricular; en el cerebro, puede producir ictus y demencia; en los riñones es una de las causas más frecuente de insuficiencia renal; en las arterias puede dar lugar a aneurismas y disección aórtica. El control adecuado de la hipertensión arterial reduce de forma muy marcada todas estas complicaciones, por lo que conviene controlarla y mantenerla dentro de los límites normales a lo largo de la vida».
Sobre la posibilidad de no padecer hipertensión el Dr. Rodríguez Padial subraya que «es posible controlar el desarrollo de la hipertensión arterial evitando factores de riesgo como la obesidad, llevando una dieta saludable baja en sal y disminuyendo, de ser necesario, el consumo de alcohol. La práctica regular de ejercicio físico es también de utilidad. Aun así, suele ser necesario el uso de fármacos en muchos casos».
La hipertensión arterial tiene un componente hereditario importante. Se estima que «suele ser de un 35-50%, aunque lo que suele heredarse son los factores que, con el tiempo, hacen que aparezca la hipertensión arterial. Algunos de ellos son la diabetes mellitus y la obesidad», afirma el Dr. Rodríguez Padial.
Los tratamientos han avanzado en los últimos años con una tendencia a simplificarlos. Ahora mismo un sólo comprimido puede contener 2 o 3 fármacos, lo que aumenta la eficacia y facilita el seguimiento del tratamiento por parte del paciente. El Dr. Rodríguez Padial explica que «la novedad más relevante es que en casos de hipertensión arterial no controlada adecuadamente existe la posibilidad de tratarla mediante un catéter en las arterias renales, lo que ha demostrado eficacia a largo plazo».