¡Quién le iba a decir a este mecánico, toledano de toda la vida, que cuando se jubilase iba a ser cuatro veces campeón del mundo de atletismo, diez veces campeón de España y también campeón de Europa! Y después de todo ello, Juan López recibía en el día de ayer, durante la celebración de San Ildefonso, el título de Ciudadano de Honor de Toledo.
«Para mí este galardón supone una gran alegría, porque nunca pensé tener algo así, algo parecido», afirma ilusionado.
La historia de Juan comenzó en Toledo hace unos cuantos años ya. Aquí fue mecánico y aquí se jubiló. Pero no empezó a correr, en realidad, desde los 66 años. Lo que a Juan en realidad siempre le había gustado era andar y estar por el campo. Así que cuando se jubiló hizo una vez el Camino de Santiago desde su inicio en Francia. Después de esa experiencia, una hija suya lo animó a que, en lugar de estar tantas horas andando, comenzara a correr, «para que en menos tiempo hiciera la tarea que me gustaba».
Así lo hizo. Juan comenzó a correr y, poco a poco, ha ido logrando títulos. Si comienza antes, bromeamos con él, se termina el Camino de Santiago en diez días. Porque los dos últimos galardones que ha logrado, después de la pandemia, durante le pasado año 2022, son los campeonatos de España de veteranos de 50 y de 100 kilómetros, con récord nacional incluidos. Eran tan solo las dos distancias que le quedaban por probar, explica con humildad. Porque lo cierto es que en su palmarés, envidiable, se recogen casi todas las distancias desde los 1.500 metros en adelante.
Crece el palmarés. Juan López logró en su primera participación en los Campeonatos de España de Veteranos, en 2019, cuando cumplió 75 años, nada menos que ocho oros y una plata, desde 1.500 metros, para arriba, casi todo. El mismo año fue campeón de Europa de cross y ganó cuatro títulos del mundo en Polonia, 3.000 metros en pista cubierta, cross, diez kilómetros en ruta y media maratón. Después llegarían los títulos nacionales de 50 y 100 kilómetros.
Todo eso ha llevado a que sean muchos los toledanos que reconocen a Juan por la calle. Sobre todo, reconoce él, todos con los que se juntan en las pistas y caminos. Su cara ya es cada vez más conocida. Y también le ha llevado a que su Toledo lo haya reconocido como Ciudadano de Honor.
Lo que nunca sabremos es lo que hubiera pasado si Juan hubiera comenzado a correr y a competir en atletismo de joven. Quizás se habría quemado, afirma sin querer darse demasiada importancia, aunque los que entienden dicen que, desde luego, tenía condiciones para haber conseguido algo si se lo proponía. Pero el hecho es que es el mejor veterano al que nos podemos acercar, y eso no se lo quita nadie y con 78 años todavía le quedan muchos kilómetros en las piernas.