El Tribunal Constitucional ha decretado este viernes la anulación de la primera vuelta de las elecciones presidenciales y, por tanto, la obligación de repetir todo el proceso desde el inicio, en una fecha que ahora debe poner sobre la mesa el Gobierno.
El candidato independiente Calin Georgescu, con un discurso nacionalista y ultraderecha, se impuso contra pronóstico en esa primera ronda, frente a la conservadora Elena Lasconi. Ambos debían volver a enfrentarse en las urnas este próximo domingo.
El Constitucional determina ahora que deben repetirse las votaciones, en un comunicado recogido por la cadena pública TVR.
Las dudas sobre el proceso habían derivado en un recuento de los votos depositados en estos comicios, en los que el Consejo Supremo de Defensa Nacional de Rumanía detectó intentos de injerencia rusa. Asimismo, las autoridades denunciaron que Georgescu se había beneficiado de una presencia encubierta en TikTok, que no lo catalogó como candidato.
La sentencia debe publicarse en el Boletín Oficial y el Gobierno está abocado a elaborar un nuevo calendario, con un plazo de hasta tres meses, según la cadena pública TVR. El mandato del actual presidente, Klaus Iohannis, expira el 21 de diciembre, pero tiene un margen de prórroga en caso de que la situación así lo requiera.
Reacciones encontradas
Lasconi ha criticado la orden judicial por entender que va contra "la esencia misma de la democracia" y ha declarado que, "guste o no", más de nueve millones de ciudadanos ya habían expresado sus preferencias. "No podemos ignorar su voluntad", ha dicho, en un mensaje en vídeo en que se muestra confiada de que sea el domingo u otro día, logrará alcanzar la Presidencia.
En este sentido, ha señalado que aunque la propaganda rusa "sin control" es ya "un problema muy grave", es necesario afrontarlo después de las elecciones.
Por su parte, el primer ministro Marcel Ciolacu, tercero en la primera vuelta de las presidenciales --quedó eliminado por apenas 2.000 votos--, ha defendido que la decisión del Constitucional es "la única solución correcta" en el contexto actual y ante la "descarada" intervención rusa.
Ciolacu, que se ha pronunciado en su cuenta de Facebook, ha considerado además "extremadamente importante" completar "rápidamente" el proceso de formación del nuevo Gobierno, después de que su Partido Socialdemócrata se erigiese en vencedor de las elecciones parlamentarias celebradas el 1 de diciembre. El primer ministro apuesta por una mayoría "proeuropea".
La sombra rusa
El jefe de Estado de Rumanía es quien marca las directrices en política exterior y de seguridad, por lo que el perfil prorruso de Georgescu preocupa entre gran parte de los socios de Bucarest, tanto en la UE como en la OTAN.
En una entrevista este mismo viernes en la BBC, Georgescu negó que fuese "el hombre de Moscú" en estas elecciones, pese a que sí describe al presidente ruso, Vladímir Putin, como un "patriota" y un "líder". También avanzó que, si alcanza la Presidencia, la ayuda militar y política a Ucrania será "cero".
"Todo se detiene. Tengo que preocuparme de mi gente. Tenemos ya muchos problemas", declaró Georgescu, confeso admirador también de líderes como el húngaro Viktor Orbán y el estadounidense Donald Trump.