Según los datos del padrón, en  Castilla-La Mancha hay viviendo 6.048 ciudadanos de nacionalidad china. Son muchos los municipios de la región en los que regentan negocios. Y a nivel macroeconómico  Castilla-La Mancha facturó hace un año 229,5 millones de las ventas que hizo en el país asiático (sobre todo de carne). La balanza comercial sale negativa, porque Castilla-La Mancha compró productos de China por 1.616 millones de euros. Incluso la UCLM tiene el Instituto Confucio para la difusión de la lengua y cultura china, con la validación oficial de la Oficina Nacional de Enseñanza del Chino de Beijing 

Aunque parezca muy complicado, ya había conexiones entre esta tierra y el lejano Oriente antes de que se inventasen los aviones. Fue en el siglo XIX cuando llegaron al Palacio de la Cotilla de Guadalajara  unos rollos de papel de arroz pintados a mano con acuarela, gouache y tinta china con los que se decoró toda una estancia como salón de té. No se sabe con certeza cuándo llegaron, pero se atribuye esta decoración a los marqueses de Villamejor, doña Ana de Torres y don Ignacio de Figueroa.

Los Figueroa habían vivido un tiempo en Marsella, donde se dedicaban a la importación de plomo. A este puerto francés llegaban mercancías de Oriente y probablemente fue donde consiguieron estos rollos. Representan escenas costumbristas con más de 380 figuras con pasajes del examen imperial de la dinastía Qing. Además se colgó una serie de xilografías que representan mujeres en jardines o rodeadas de niños. 

En los papeles de ‘La Cotilla’ hay 380 figuras representadas. - Foto: Javier PozoLas decoraciones 'chinescas' se hicieron muy populares entre la realeza y la aristocracia europea, pero en España se han conservado pocos ejemplos de estos papeles de arroz pintados. El Palacio de la Cotilla es una hermosa excepción y eso ha llevado a que en 2023 la Junta lo haya declarado BIC.

En España quedan pocas muestras de esta técnica decorativa, pero en Castilla-La Mancha hay dos. Además del Palacio de la Cotilla en Guadalajara también se puede contemplar una estancia con papeles de arroz en Almagro, en el Palacio de los marqueses de Torremejía.Se encontraban muy deterioradas, pero se restauraron desde 2019 a 2023 gracias al empeño del empresario mexicano Mauricio Fernández Garza, que adquirió el inmueble y que ahora lo abre para visitas guiadas o lo alquila para eventos. La decoración en este caso también recrea escenas de la vida cotidiana en China.

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