El presidente del PP, Alberto Núñez-Feijóo, anunció que sus diputados en el Congreso votarán a favor de la reforma de las pensiones, con lo que garantizan una amplia mayoría al decreto. Esta iniciativa llega a la Cámara Baja después de que el Gobierno pactase con sindicatos y empresarios su contenido el pasado mes de septiembre. En un desayuno informativo celebrado ayer en Madrid, el líder de la oposición aseguró no estar de acuerdo «en cómo se hizo, pero sí estamos de acuerdo en el contenido y en el fondo». En este sentido, Núñez-Feijóo considera que «hay un acuerdo entre la patronal y los sindicatos, y aunque creemos que esos acuerdos también se tienen que llevar, negociar, en la Cámara, entendemos que es un aval suficiente para que el Partido Popular se posicione a favor de ese real decreto ley».
La reforma de las pensiones se centra principalmente en la jubilación parcial, para compatibilizar salario y pensión; la jubilación anticipada, centrada en las profesiones catalogadas de peligrosas; en la cotización de los trabajadores fijos-discontinuos, o en el papel que juegan las mutuas para diagnosticar las incapacidades temporales.
Los socios del Gobierno no ven con buenos ojos el contenido de esta reforma, pero el apoyo del PP permitirá que el decreto ley salga adelante sin necesidad de los diputados de los partidos minoritarios representados en el Congreso de los Diputados.
Grandes naciones europeas, como Alemania, en determinados momentos no dudaron en alcanzar amplias mayorías parlamentarias, compuestas por partidos de izquierda y de derecha, para avanzar y que el país en cuestión no se quedara estancado. En España, este fenómeno es un hecho impensable por la polarización existente. Sin embargo, este apoyo de Feijóo es un gesto que permite mejorar el bienestar de los trabajadores, sobre todo en sus últimos años en activo y durante su jubilación. Más gestos como el del líder del PP son necesarios en la política española, tanto por la izquierda como por la derecha, para salir de esta situación de frentismo en la que está anclada la sociedad desde la llegada al poder del socialista Pedro Sánchez.
Determinadas políticas, como la educación, la sanidad o las pensiones, deben estar fuera del debate político e intentar llegar a acuerdos con un respaldo lo más amplio posible, porque van en beneficio de la mayoría de los ciudadanos. Intentar frenar cualquier ley o decreto por simple estrategia política es ir en dirección contraria al espíritu general que debe perseguir cualquier político que se precie, que es el servicio a los demás desde las instituciones públicas.
Por eso, el apoyo de Núñez-Feijóo a la reforma de las pensiones es un gesto, pero puede suponer el inicio de un acercamiento en cuestiones fundamentales para la sociedad.