Deslizarse a través de la magia de la navidad en Toledo es posible gracias a la pista de hielo en el Paseo de Sisebuto. Una atracción donde la diversión se fusiona con la elegancia del patinaje.

Los más pequeños, y no tan pequeños, expertos o noveles, podrán probar suerte con el patinaje sobre hielo. Es sin duda uno de los reclamos más destacados de la Navidad y una de las actividades que, año tras año, se convierten en predilectas.

La pista de hielo se erige como un punto de encuentro donde la emoción y la destreza se entrelazan, creando recuerdos inolvidables en cada deslizamiento.

Los más pequeños disfrutan de la pista de hielo del paseo Sisebuto esta Navidad. - Foto: David pérez

De este modo, a pesar de que la nieve no es habitual para los toledanos, y disfrutar con ella se reserva a contadas ocasiones, los vecinos y vecinas pueden optar por desplazarse a zonas relativamente cercanas, a buscar deslizarse por las laderas o en el caso de los toledanos, tienen la ventaja de poder entrar en contacto con la sensación de deslizarse sobre hielo en la pista ubicada en el Paseo de Sisebuto, junto a la Puerta Bisagra.

Esta pista artificial se presenta como una excelente elección para aquellos que buscan disfrutar de una jornada divertida de patinaje, ya sea en compañía de amigos, en solitario o en familia con los más pequeños. Es importante la precaución, ya que, aunque algunos patinadores sean experimentados, muchos de los que se aventuran en el hielo de Toledo están dando sus primeros pasos, lo que hace aún más crucial y necesario el uso de todas las medidas de protección.

'Toledo, ciudad del hielo'. Así se llama esta iniciativa navideña, con un precio de siete euros, se podrá disfrutar de un momento mágico, con patines incluidos. La duración es de 45 minutos por persona. El horario de apertura es de 11 a 22 horas, siendo de 12 a 18 horas los días 24 y 31 de diciembre.

Los más pequeños disfrutan de la pista de hielo del paseo Sisebuto esta Navidad. - Foto: David pérez

Pista que no le falta detalle. Lugares para poder cambiarse, elección de patines, o un decorado navideño especial para hacer aún más único este momento. Cita obligada para todos, deslizarse a los pies de la Puerta de Bisagra y con las vistas de un Toledo imponente.

Lo cierto, es que con las tan ansiadas vacaciones de Navidad, y las mañanas y tardes más libres, quizás sea un buen momento de calzarse los patines y comenzar a practicar el deporte del patinaje sobre hielo, alentando el espíritu navideño, a escasos metros de la Puerta de Bisagra, y que podrá ser disfrutada hasta el próximo 8 de enero. Y para reponer fuerzas, en la zona del Paseo de Recaredo se encuentra uno de los puntos navideños donde el dulce olor a churros recién hechos, o el algodón de azúcar, se respira constantemente.