La Feria del Libro se encuentra ya con su cita con los Jardines del Prado, después de que el alcalde, José Julián Gregorio, la inaugurara el viernes, junto al concejal de Cultura, Enrique Etayo, la concejala de Patrimonio, Macarena Muñoz y el representante de la Asociación de Libreros de FEDETO, Bruno Monge.

«No hay más que mirar la programación, para invitar a las talaveranas y a los talaveranos y a los que nos visiten en estos días, a las más de 21 actividades programadas, y que combinan las charlas de autores como Emilio de Río, Rosa Navarro, Marta Robles y Laura Cuesta, entre otros, con el apartado musical a cargo de agrupaciones, la filarmonía Salvador Ruiz de Luna, Educandos y la Banda de Música de Talavera de la Reina»,señalaba Gregorio antes del tradicional corte de cinta.

La Feria que alcanza su edición número 36 ha presentado diferentes novedades. «Como docente, me congratula, comprobar como en esta edición los jóvenes han estado presentes en un acto para fomentar la lectura, representando a los seis institutos de la ciudad», añadía el alcalde.

El ajedrez también tendrá cabida en esta edición y el apartado 'Leovoluntarios', una propuesta de Down Talavera, que tiene como objetivo contar una historia a través de imágenes en los libros silenciosos.

Gregorio ha felicitado a la organización por la temática elegida, dirigida a los libros infantiles y a la aplicación de las nuevas tecnologías, que como no puede ser de otra manera deben ir enfocadas a aspectos saludables y seguros. Los más pequeños, son, sin duda, nuestro futuro.

Igualmente, ha querido resaltar el talento que existe en Talavera, porque no en vano, 20 autores locales pasarán y firmarán sus libros en estas ferias, algo que dice mucho de nuestra ciudad y comarca.

En ese sentido, Enrique Etayo, se ha sumado a la invitación de «disfrutar de una programación amplia y atractiva, y a recorrer las diferentes casetas». A la vez, que ha destacado el trabajo que desarrollan las personas vinculadas a las bibliotecas municipales y el buen hacer de las librerías,  puntos culturales necesarios para el «conocimiento» de la sociedad.