Los casi 2.400 votos que la candidatura socialista encabezada por Milagros Tolón se ha dejado respecto a las elecciones municipales de 2019 explican por qué el triunfo de quien aspiraba a su tercer mandato consecutivo es, por insuficiente, una victoria amarga. El PSOE cae por debajo de la barrera del 40%, no capitaliza el derrumbe de Cs ni se aprovecha del apoyo perdido por la confluencia de izquierdas. Los once representantes obtenidos no ofrecen ninguna alternativa aritmética a la suma de los nueve concejales del PP con los cuatro ediles de Vox.
Tolón ganó en el Casco Histórico, Azucaica, Santa Bárbara y el Polígono. El PP conquistó Santa Teresa, la única plaza que les fue fiel en los comicios de 2019, y añadió el amplio espacio que se articula alrededor de la avenida de Europa y Buenavista más las urbanizaciones periféricas que incluyen Valparaíso o La Legua. Los socialistas se llevaron más territorios, pero su ventaja fue más exigua: los populares han recortado distancia de manera generalizada y se han llevado dos territorios que en 2019 también votaron mayoritariamente por Tolón.
El PSOE perdió apoyo en todos los barrios, excepto en Azucaica, donde su mejora cuantitativa (suma 38 papeletas) se explica por el mayor número de censados en esta zona ribereña. En el Polígono, la alcaldesa en funciones fue respaldada por casi 5.800 vecinos, lo que supone una caída de unas 700 adhesiones respecto a las elecciones anteriores. En mayo de 2019, la candidatura socialista (6.444 votos) recabó unos dos millares de sufragios más que el resto de opciones (y eran cuatro: PP, Cs, UP y Vox) juntas. Sin embargo, los toledanos diluyeron tal hegemonía el domingo y dejaron a la candidatura de Tolón por debajo del 52% en el barrio más poblado de la capital regional. El dato señala una ambivalencia más: una victoria cómoda como la de Benquerencia se trunca por el crecimiento de PP y Vox en el distrito. Los socialistas disfrutaron en Santa Bárbara de su mayor victoria porcentual en la ciudad, con más del 56% de los votos.
El PP cimentó buena parte de su ventura en la mejora registrada en avenida de Europa, Buenavista, San Antón y Palomarejos, la otra gran demarcación electoral de Toledo. La candidatura encabezada por Carlos Velázquez rozó los 5.400 sufragios en esta zona, mejorando tanto los datos obtenidos en 2019 (con casi 900 votos más, una tercera parte de su mejora total) como los que sacó en 2015. En esta porción de la ciudad, Tolón recibió apenas una de cada tres papeletas emitidas, otra circunstancia que lastró sus opciones de revalidar como regidora.
Velázquez se hizo con el respaldo añadido de casi un millar de toledanos residentes en el Polígono respecto a los comicios municipales pretéritos. El bocado que tanto PP como Vox pegaron en una zona que tradicionalmente escoge opciones de izquierda posibilita el cambio. La lista de Inés Cañizares fue, con 1.225 votos, tercera en Benquerencia, por encima de los 900 sufragios con que se hizo la confluencia de izquierdas.
En las urbanizaciones de Valparaíso, La Legua y Vistahermosa, el PP se impuso con 1.176 votos, casi medio millar más que en 2019. En estos enclaves, Tolón se deja más de un centenar de antiguos avales
¿TRES MANDATOS? Salvo una improbable carambola que implique la falta de acuerdo entre PP y Vox, Tolón cederá el bastón de mando el 17 de junio. La alcaldesa en funciones se topó con la maldición del tercer mandato, una frontera que ninguno de los regidores de la capital regional desde 1979 ha podido franquear.
La jornada electoral, más allá de la recuperación del PP, tuvo a Vox como gran protagonista. Mientras que los populares incrementaron su respaldo en 2.812 papeletas más, la lista encabezada por Cañizares incorporó a 2.330 nuevos votantes.
Primero Toledo rozó el representante. Sin embargo, su pobre 3% en el Polígono alejó un edil que podría haber resultado decisivo.