El Ayuntamiento de Casasbuenas informó el lunes a los 180 empadronados, que crecen hasta los 300 durante el veraneo, de una noticia inexplicable en las poblaciones medianas y grandes. «Sabemos que el bar es un lugar de encuentro importante en nuestro pueblo. Sentimos mucho el que no esté disponible este verano. Pero no está todo perdido, creemos que es una buena solución abrir uno de forma provisional mientras ‘La cultural’ se arregla», detallaba el Consistorio en un tono que equilibraba formalidad y distensión. De hecho, en España hay un bar por cada 170 habitantes aproximadamente, por lo que este pueblo debe tener uno.
La decisión de ceder provisionalmente el Salón municipal donde se celebran anualmente múltiples actividades recreativas como bar se hará realidad este fin de semana. Agustín, el nuevo arrendatario de ‘La cultural’, podrá obtener así unos ingresos, y los vecinos ganan vida social con todas las medidas preventidas a causa del coronavirus.
La jubilación de la anterior arrendataria del bar ‘La cultural’, localizado precisamente en la Casa de la Cultura y propiedad del Ayuntamiento, motivó el inicio de unas obras para arreglar el negocio, que pasará a manos de Agustín al término después del verano, según explicaron a este diario fuentes vecinales.
Sin embargo, las obras coincidían con el verano, periodo de mayor afluencia de vecinos en esta localidad de Los Montes de Toledo, a unos 15 kilómetros de Toledo. Por eso, el Ayuntamiento propuso ceder el Salón municipal durante los meses de agosto y septiembre para la instalación de una barra y de una terraza grande en el exterior. «Para dar un servicio al pueblo», afirman al respecto y añaden que se guardarán todas las medidas preventivas con un terreno muy amplio para la disposición de las mesas con la separación suficiente.
En pueblos como Casasbuenas, la existencia de un bar resulta fundamental ante la carencia de otros servicios. Por ejemplo, no hay piscina para el verano. Sí dispone de una tienda de alimentación y de una farmacia para cubrir las necesidades básicas.
Hace cuatro años, este diario publicó también que el Ayuntamiento de Torrecilla de la Jara, una localidad de unos 130 empadronados, acondicionó el centro social como bar, después del cierre del establecimiento que había permanecido durante décadas por jubilación. Y aprovechó para ello el dinero de los Planes Provinciales. Al final, hubo interesados en el negocio y consiguió que el pueblo jareño tuviera de nuevo bar.