En el PP aseguran que ha habido contactos, pero en el PSOE niegan que se haya producido una negociación previa para cerrar un acuerdo sobre la reforma del Estatuto. «La única reunión fue la de la Junta de portavoces», expuso el portavoz de los socialistas en alusión al lunes, «el PP solicitó la inclusión en el orden del día y yo les hice la reflexión de que si se ponen en marcha la vía parlamentaria, se está renunciando a lo que era el planteamiento de la propia presidenta de Castilla-La Mancha, de volver a sentarse a hablar sobre este asunto e intentar llegar a un acuerdo».
José Luis Martínez Guijarro aseguró ayer que no entiende que el PP lleve ya la reforma del Estatuto a pleno y que inicie el procedimiento parlamentario, algo que en su opinión da al traste con cualquier posibilidad de consensuar el cambio del texto estatutario. Guijarro recordó que, a pesar de lo que le dijo a Page en su reunión, Cospedal «ha incumplido la palabra diciendo que estaba dispuesta a negociar, pero ha puesto en marcha la maquinara parlamentaria y ya es difícil que se puedan sentar a negociar».
Guijarro defiende que además de consensuar la reforma con el PSOE, el PP también tenía que haber escuchado a otras formaciones políticas que están presentes en ayuntamientos de la región y en el Congreso de los Diputados, ya que las Cortes de Madrid tienen que dar el visto bueno a la reducción del número de diputados de Castilla-La Mancha.
La historia parece que se repite. El año pasado el PSOE también se quejó de que los Presupuestos se llevaran a las Cortes y el Gobierno no los negociara antes, sino que dejara el diálogo para el trámite parlamentario. Lo mismo ocurrió hace una semana, cuando el PP llevó al pleno una propuesta para quitar los privilegios a los expresidentes autonómicos. «Planteamos que el procedimiento sea el que siempre se ha seguido en la comunidad, sentarse sin ninguna cortapisa a hablar de todos los asuntos, y una vez negociados, se trasladan al ámbito parlamentario», explicó Guijarro.
Como protesta, el PSOE ha anunciado que no participará en estos trámites, pero su ‘no participación’ tiene consecuencias. En el caso de los privilegios de los expresidentes sirvió para que el proyecto no saliera adelante, porque se necesitaba de una mayoría cualificada. Sin embargo, en el caso de la reforma del Estatuto sólo hace falta una mayoría simple y la tiene el PP. «Sería la primera vez que en España se modifica un estatuto sin que haya un consenso fuerte en los parlamentos autonómicos», avisó Guijarro que sólo recuerda algo parecido con el Plan Ibarretxe.