La mortalidad en la provincia de Toledo se redujo en 2021 respecto al año anterior, aunque los 6.648 fallecidos registrados representan la segunda cifra más elevada de la serie histórica contemporánea. En términos relativos, los decesos cayeron un 17,6% entre el primer año de pandemia y el segundo. La Covid-19, responsable del fuerte repunte de los óbitos en la primavera de 2020, aún provocó durante el año siguiente 979 víctimas mortales, lo que supone una de cada siete pérdidas. En 2020, el virus respiratorio segó la vida de más de un millar y medio de toledanos.
Las enfermedades del sistema circulatorio representaron la primera causa de mortalidad durante 2021 en el territorio provincial. Fueron 1.612 las personas fallecidas por diferentes afecciones relacionadas con el corazón. Las diferentes cardiopatías que desencadenaron los fatales desenlaces muestran un comportamiento desigual por sexo. Los infartos de miocardio provocaron 192 decesos, de los que 122 (63% ) fueron protagonizados por hombres. Sin embargo, entre las 172 pérdidas relacionadas con la hipertensión, 124 (72%) correspondieron a mujeres. La insufiencia cardíaca, con 323 óbitos, y las enfermedades cerebrovasculares, con 313, fueron las más dañinas dentro de los problemas de circulación sanguínea.
El cáncer, por su parte, añadió 1.511 víctimas al luctuoso recuento en la provincia durante 2021. Las enfermedades tumorales suponen el segundo grupo de mortalidad en Toledo. La prevención a través de los hábitos saludables y detección precoz emergen como la mejor respuesta para frenar su impacto. En este conjunto de dolencias salen peor parados los hombres: fueron 956 los fenecidos por la presencia de masas anormales (59%), una cifra muy superior a la de las 555 mujeres que perecieron por tales causas. Según el tipo de alteraciones malignas, las relacionadas con traquea, bronquios y pulmón acumularon la peor cifra de todos los procesos cancerosos, con 301 fallecimientos. El cáncer de colon dejó 165 muertes, 111 el de pancreas. 93 el de próstata y 80 el de mama (incluyendo a dos varones).
Otro millar de víctimas tuvieron como razón las enfermedades infecciosas y parasitarias. Entre los 1.059 desaparecidos por tales dolencias destacan los 979 que lo hicieron por covid-19. No se registró ninguna víctima por gripe (influenza), y apenas 26 por septicemia, seis por hepatitis vírica y cinco -todos ellos varones- por SIDA.
Los datos de mortalidad por otras causas muestran acumulados inferiores al millar de víctimas. Las enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio causaron la muerte de 616 vecinos de la provincia en 2021. Por problemas derivados del sistema digestivo se constataron 322 finados.
Enfermedades comunes como la neumonía, el alzhéimer o la diabetes causaron varios centenares de fallecidos más. Por neumonía (dolencia que se incluye dentro de las del sistema respiratorio) se registraron 137 muertes. El alzhéimer causó 139 pérdidas, de las que 99 (71%) fueron mujeres. La enfermedad relacionada con la elevada presencia de glucosa en sangre agregó 148 defunciones, 95 de las cuales (64%) quitaron la vida a otras tantas toledanas.
Los fallecimientos por trastornos mentales también tienen un patrón femenino. Entre los 199 perecidos por este problema en la provincia a lo largo de 2021, se reseñaron 127 mujeres (63%).
No se registraron fallecidas durante el embarazo, el parto y el puerperio.
CAUSAS ACCIDENTALES. La cifra de fallecidos por accidente de tráfico en 2021 se elevó a 27, un número que incluye siete mujeres y 20 hombres (74%). Asimismo, las cinco muertes por homocidio terminaron con la existencia de otros tantos hombres de la provincia.
De los 14 casos de exitus por abuso de drogas se cuentan una decena de hombres y cuatro mujeres. Por ahogamiento accidental -sin intenciones suicidas- hubo 36 fallecimientos en la provincia.