Un Bölkow Bo 105 en los jardines del Museo

Arx Toletum
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Este helicóptero fue entregado al Museo el 1 de julio de 2016, conmemorando el 50 aniversario de la creación de la Aviación Ligera del Ejército de Tierra (ALET)

Un Bölkow Bo 105 en los jardines del Museo - Foto: Documentacion

En el entorno de los jardines del Museo del Ejército, emerge la figura imponente de un Bölkow Bo 105 ATH/GSM. Este helicóptero, especializado en combate contracarro y reconocimiento armado, capta nuestra atención como si estuviera a punto de aterrizar. Desarrollado por la firma alemana Messerschmitt-Bölkow-Blohm (MBB) hasta 1991, cuando se integró al grupo Eurocopter, el Bo 105 destaca por su polivalencia y capacidad técnica.

El diseño del Bo 105 incluye dos turbinas que le confieren una versatilidad notable. Su cabina puede albergar a dos tripulantes y hasta tres pasajeros o alternativamente, un pasajero y una camilla. Su ligereza es notable con un peso en vacío de 1.301 kg, mientras que el peso máximo al despegue alcanza los 2.400 kg. La velocidad máxima operativa del Bo 105 es de 268 km/h, con una autonomía de 575 km o 2.5 horas de vuelo, y un techo de servicio de 5.180 metros. Está equipado con motores Allison 250-C20B y un rotor de palas semirrígidas que le proporciona una excepcional maniobrabilidad, permitiéndole ejecutar maniobras complejas como el rizo de 360 grados.

Durante su época, fue considerado uno de los helicópteros más maniobrables del mundo. Los modelos contracarro están equipados con tres tubos lanzadores de misiles HOT a cada lado del fuselaje, con un alcance de 4.000 metros. Por otro lado, los modelos de reconocimiento armado cuentan con un cañón Rheinmetall Rh-202 de 20mm, que tiene un alcance efectivo de 2.500 metros.

Este helicóptero fue entregado al Museo el 1 de julio de 2016, conmemorando el 50 aniversario de la creación de la Aviación Ligera del Ejército de Tierra (ALET) el 10 de julio de 1965, precursora de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) cuyo lema es 'Sicut in Caelo et in Terra'.

El Bölkow Bo 105 que aquí se expone, uno de los primeros 14 que volaron a España, fue pilotado por el capitán José Antonio Borrego Serrano durante las navidades de 1981 desde Lübek, Alemania, con escalas en Berlín, Luxemburgo, Lyon, Marsella, Gerona, Zaragoza y Colmenar Viejo. Los 60 helicópteros subsiguientes ya fueron ensamblados localmente en Construcciones Aeronáuticas S.A (CASA) en Getafe. Estos aparatos, sirvieron en el Batallón de Helicópteros de Ataque I (BHELA I) en la base «Coronel Sánchez Bilbao», en Almagro (Ciudad Real) hasta el 31 de diciembre de 2017, acumulando un total 113.000 horas de vuelo. Hoy, es el helicóptero Tigre EC 655 el que ha tomado su relevo.

En estos jardines del Museo del Ejército no solo se pretende rendir homenaje a uno de los helicópteros más icónicos y versátiles del siglo XX, también al verdadero espíritu del Bölkow Bo 105 que reside en las manos y corazones de aquellos que lo han pilotado y mantenido a lo largo de los años. Este homenaje está dedicado a aquellos pilotos que han navegado por los cielos con destreza incomparable y a los meticulosos mecánicos que han permitido que estas máquinas desafíen al tiempo y permanezcan

operativas. Sus esfuerzos y sacrificios son un testimonio de su lema: «Así en el Cielo como en la Tierra», representando la excelencia tanto en el aire como en el mantenimiento en tierra.