Este viernes arranca la gran cita atlética de la temporada antes de los Juegos Olímpicos. Getafe acoge un Campeonato de España Abosluto en el que muchos atletas van a competir con los ojos puestos en Tokio, pero en el que también se van a repartir más títulos. Irene Sánchez-Escribano quiere otro de los 3.000 obstáculos. Sería el sexto. Ha dominado con suficiencia esta prueba y quiere mantener su corona, a pesar de que este año le ha aparecido una competidora peligrosa.
Carolina Robles es la principal amenaza para la toledana, y lo sabe. «Ha marcado 9 minutos y 34 segundos en dos ocasiones esta temporada, la última en el Mitin de Madrid, a pesar de que no es un lugar favorable para correr esta prueba», reconoce la atleta del Adidas.
Pero, si hay algo que caracteriza a Sánchez-Escribano, es su capacidad para tenerlo todo a punto, y, en ese sentido, la preparación no se ha salido un instante de los raíles. Ella misma asegura que desde hace más de un mes está entrenando «muy bien» y que, tras participar en laCopa de Europa, celebrada en Polonia, comenzó a encontrar «las buenas sensaciones».
Su participación en un mitin en Niza vino a secundarlo con el mejor registro nacional de la temporada en su distancia (9:30.24), a pesar de que fue una prueba en la que arriesgó en exceso y eso lo acabó pagando en el último kilómetro, con falta de fuerzas.
Desde su punto de vista, es algo «lógico» a estas alturas de la temporada porque la estructuración de los entrenamientos ha ido encaminada a alcanzar el pico de forma en los Juegos Olímpicos. De hecho, a día de hoy, sigue acumulando kilómetros en las piernas, y ya será después del Nacional cuando aligere la carga.
Lo normal es que cada vez se vaya encontrando más rápida, algo que ya ha podido experimentar en otras distancias, como los 5.000 metros que disputó en Los Corrales de Buelna (Cantabria), cuando empezó a exhibir un mejor nivel en la pista. «Estamos en la línea correcta, pero todavía queda por trabajar», persiste la corredora capitalina.
En cuanto a las rivales, insiste en no perder de vista a Carolina Robles. Los resultados de la sevillana son para tenerla en cuenta y Sánchez-Escribano confiesa que será una competidora «dura». Por lo demás, Clara Viñarás o Blanca Fernández también son aspirantes, aunque apenas han bajado de los 9:50. Quien no llega en su mejor momento es la ciudadrealeña María José Pérez, compañera de entrenamientos de Irene, después de unas molestias físicas que le han impedido correr con garantías. «Cualquiera puede ganar porque cada carrera es un mundo», apunta.
No será la primera vez que la toledana corra un Campeonato de España de 3.000 obstáculos en el estadio Juan de la Cierva de Getafe. Allí se colgó su tercer oro en 2018. Y allí, aunque en el Cerro de los Ángeles, consiguió revalidar el título nacional de cross hace unos meses.
Lo único que se le hará extraño es saltar al tartán el viernes. Para cumplir con los protocolos y evitar aglomeraciones, la Real Federación Española de Atletismo ha repartido las pruebas en tres días y los 3.000 obstáculos se celebrarán a las 21:10 horas de este viernes 25 de junio.
Desde su irrupción como atleta absoluta, y su paso a los obstáculos, Irene Sánchez-Escribano no se ha bajado del podio. Fue campeona de España por primera vez en 2015, mientras que en 2016 no pudo revalidar el triunfo. Regresó a lo más alto en 2017 y ya no ha parado de coleccionar medallas de oro. Repitió en 2018, 2019 y hasta en un 2020 en el que no quiso faltar a la cita después de unos meses complicados por el confinamiento y las restricciones. Con los resultados expuestos y las sensaciones que ha dejado últimamente queda claro que sigue siendo la gran favorita y que va a marcar una época en esta distancia.