A la cuarta jornada, llegó otra victoria. Se ganó al Atlético Tomelloso con otro marcador abultado que no tuvo nada de vistoso. Quizás sí, la falta que Rodri puso en la escuadra y que sirvió para abrir el camino a la felicidad efímera de esta semana. Es lo que había que hacer, pero tampoco hay que sacar muchas conclusiones de un partido que, como casi todos, se fraguó desde el trabajo y la insistencia.
Entre que uno se quita las legañas y se acomoda en el asiento, lo de celebrar por anticipado el 50º aniversario del estadio, no es la mejor opción un domingo por la mañana, y menos a determinadas edades. La gente se animó ya con el balón rodando. Angelito recibió en profundidad, pero su remate se fue hacia un lado. Ya había salvado la salida de Monreal.
El Atlético Tomelloso estaba metido bien atrás, con una línea de cinco y una de cuatro. Al final, aunque nadie lo protestó, la mejor ocasión, en el minuto 14, la generó el equipo de José Luis Sepúlveda con una llegada por la derecha que remató a bocajarro Sevilla. Yelco se estiró para sacarla de verdad. Luego, Marco intentó meter en rechazo, pero ya no tenía ángulo.
El cuadro verde volvió a ganar en casa - Foto: David PérezLo intentó y lo intentó el Toledo. Lamentablemente, la maraña no se rompió ni con balones a los espacios. Las ocasiones, de nuevo, las puso el forastero. Otra vez Sevilla pudo rematar sin oposición dentro del área. Esta vez dio en dos jugadores, y se marchó a saque de esquina. Los verdes no dejaron de intentar llegar. Otra cosa es que pudieran rematar con claridad. Más allá de algún lanzamiento lejano, por probar, faltó claridad. Ni jugar ni divertir ni nada de nada.
La grada la tomó con el árbitro. Es el recurso para cuando se terminan los argumentos. El caso es que, a base de insistir (y está bien que haya paciencia), un balón a Oliva, permitió al de La Puebla meterse en el área. La puso atrás, donde estaba Piochi para rematar con la izquierda. Tiró al bulto, ahí donde había más personas.
Esa jugada abrió un tramo de partido más animado. Era ya el minuto 38. Manu Gavilán probó fortuna a la media vuelta, desde la frontal, pero le tiro le salió desviado. Poco después, fue Luna, con un centro chut (él no quería), el que pudo haber inaugurado el marcador.
El cuadro verde volvió a ganar en casa - Foto: David PérezEl encuentro se fue al descanso sin romper la igualdad, pero con paz, con tranquilidad. Así da gusto. Quedaban todavía 45 minutos para tumbar la pared del Atlético Tomelloso, pero, de momento, el encuentro no mejoraba el argumento de las películas de las sobremesas de los fines de semanas de Antena 3. Casi que fue más emocionante el vídeo homenaje por la señalada onomástica, con confeti y fuegos artificiales incluidos.
Después de nombrar a míticos e históricos, era difícil mejorarlo en el césped. Pero la realidad es que el CD Toledo necesita salir de donde está, así que es mejor aunar fuerzas por intentarlo de nuevo. Aquí el pasado no empuja.
Rubén Gala sacó del campo a Abraham en el descanso para darle la oportunidad a Unax. Después de seis minutos, en la tercera llegada del Tomelloso al área local, la gente se puso a pitar. Solo tímidamente. Pues justo después, una falta centradita la colocó con mimo Rodri. Pensó que debía clavarla en la escuadra, y lo hizo. Magistral.
Por segundo partido consecutivo, un balón parado abrió la lata. La calidad se impuso a la acumulación de hombres. Era el momento de ver ahora otro escenario diferente. Pero el Atlético Tomelloso se fue para adelante. Unido a errores no forzados, no gustaba lo que se estaba viendo. Los de amarillo probaron un par de veces a Yelco Ramos. Se mascaba el miedo en la grada, mientras que el entrenador intentaba sacar de su campo a los suyos como fuera.
Gala realizó un movimiento cuanto menos extraño en el minuto 65, pero fue por lesión. Metió a Kupen en el césped para quitar a Luna, lo que desencadenó dos movimientos más. Ramón pasó al lateral derecho y Oliva, al izquierdo.
No habían pasado ni cinco minutos, cuando el CD Toledo regresó por el área contraria para encontrarse con la posibilidad de ampliar la renta. Después de una falta colgada al área, Ramón se topó con el palo, en un remate con la izquierda, y luego Manu Gavilán, al intentar rematar, fue trabado por Iker. Marchante Campillo señaló el punto de cal. ¿Sería el tercer penalti seguido fallado? Pues sí. Pero el asistente levantó la bandera por algo irregular. A la segunda, el de Mairena de Aljarafe no erró. Para adentro.
Javi Díez fue el tercer cambio del técnico palentino. El resultado permitía vivir más tranquilos lo que quedaba, más o menos un cuarto de hora. El caso es que el Atlético Tomelloso empezó a tener la pelota y a llegar al área. Angelito se encargó de desterrar defitivamente las dudas que pudiera haber. Recibió un balón en profunidad, en la banda izquierda, y cruzó la pelota para batir sin piedad al guardameta visitante.
La cuesta abajo era ya inevitable. El 3-0 no permitió lugar a las emociones. Que se dieran dos minutos de descuento fue una anécdota. Al filo de entrar, Naranjo pudo incrementar aún más la renta, pero, después de hacer lo más difícil, el control, esperó demasiado para rematar, y Monreal se le echó encima.