José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


La tercera guerra mundial

22/05/2024

Ni la invasión de las Malvinas montó tanto pollo. Todo empezó con las acusaciones locales, que si el novio de la de Madrid, que si las mascarillas, que si el abuelo fuma, que si Milei se había tomado algo, que si la mujer del presidente, que si un tío mío tiene una escopetilla de plomos, y que si tú me dijiste tonto en el año 75. 
En vez de gobernar ahora los políticos nos entretienen con discusiones absurdas. Todo habladurías sin contrastar, pero todos se sienten ofendidos y nos dan explicaciones de por qué uno empezó antes y otro después. 
Total, la Rue del Percebe en lo internacional. 
Qué poca importancia para dos países pueden tener los comentarios de uno y otro, y sin embargo se ha organizado la mundial. Ya no estamos en el dólar/peso, ni en la ley de la vivienda, ni si el Consejo General del Poder Judicial no se renueva ….
Hasta la posible entronización de Illa o Puigdemont en Cataluña han pasado a un segundo plano. Si ERC se ha estrellado contra un puente, o si Puigdemont amenaza al resto de los españoles con organizar otro referéndum, que nos debería preocupar más que otra cosa, la cortina de humo mediática se está hinchando. Materia prima de tertulianos y medios por el morbo, que venden más que con las noticias serias.
Pero la cosa parece que no para, la temperatura sigue subiendo, mientras a los empresarios y las empresas argentinas o españolas, -que tienen que navegar en un mundo de dificultades burocráticas, arancelarias o de apoyo político-, les tiemblan las piernas. Los políticos ni lo ven.
Tenemos muchas empresas en nuestra hermana Argentina haciendo negocios. Telefónica, bancos, constructoras, empresas de pesca, a cuyos directivos no les llega la camisa al cuello. Y no digamos a Argentina, que necesita urgentemente seguridad jurídica, inversiones y apoyo internacional para sacar al país del sumidero de donde estaba. 
Si Milei vino a España a hablar con los empresarios, su visita va a tener el efecto contrario del que se pretendía, y todo por venir de la mano de un político y no hacer una visita institucional.
Yo creo que las discusiones de estos señores deberían quedar en epístolas como antiguamente; Góngora y Quevedo que tenían una batalla de gallos, se insultaban haciendo poesía o prosa poética. En la modernidad Usía se enfrentaba con Sabina, batalla que ganó el segundo dedicándole unos versos que obligaron al primero a poner rodilla en tierra. Cualquiera los puede leer en internet como Sabina vs Usía. Se pasaban de graciosos, porque remarcar uno la halitosis del otro, o su cara de lenguado, eran insultos abiertos, pero se quedaban en lo personal. Como los cohetes los insultos subían y terminaban al hacer ¡pum/pam! en un cielo en el que quedaba solo una bocanada de humo mientras bajaba la varilla que los niños las perseguían como si fuera un tesoro.
Esperemos que no llegue la sangre al río, porque los que estamos en las riberas miramos al otro lado con cara de pánico, y menos mal que ninguno de los gobiernos tiene misiles que si no estábamos ya en los refugios antinucleares. ¡Manda güebos!