Emulando a las futbolistas españolas, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha gritado esta mañana alto y claro «se acabó» contra la violencia machista. Ha sido en el Campus Universitario de Toledo, donde el manifiesto oficial leído conjuntamente por siete mujeres y tres hombres ha hecho especial hincapié en la lucha contra el machismo y el acoso en el ámbito académico.
«La prevalencia de las violencias es cada vez más preocupante, tal y como recoge la reciente Encuesta Europea de Violencia de Género (EEVG) con datos de 2022, que señala cifras extremadamente alarmantes de prevalencia de las violencias patriarcales, aunque también dibuja un contexto positivo en relación con el mayor conocimiento y reconocimiento de estas violencias por parte de las mujeres más jóvenes», ha argumentado el manifiesto.
A partir de ahí, se centró en lo concreto, para explicar que «aunque en las instituciones educativas en general, y en las universidades en particular, se ha avanzado mucho en la igualdad entre mujeres y hombres, aún perduran situaciones que violentan a las estudiantes, a las investigadoras y docentes, y a las trabajadoras del ámbito de la administración y servicios». En ese sentido, son relevantes las aportaciones del 'Proyecto Europeo UNISAFE, para acabar con las violencias de género en la Academia', pues concluye que «la principal razón por la que no se denuncian agresiones machistas en el contexto universitario es porque, en muchas ocasiones, la víctima duda de la gravedad de lo sufrido, duda de si será creída y duda de si habrá una respuesta para lo vivido. Es importante no normalizar ni naturalizar las violencias sufridas y también lo es que en las universidades avancemos hacia la visibilización de todas y cada una de las violencias machistas que se ejercen en su seno».
La UCLM grita «se acabó» a la violencia machistaDe ahí que «las universidades, como instituciones de enseñanza superior, debemos contribuir a hacer frente a esta situación aportando evidencias científicas, formando a las futuras generaciones de profesionales con perspectiva de género, elaborando recursos útiles y efectivos para toda la sociedad y participando tanto individual como colectivamente de la cultura de la igualdad que identifica, visibiliza, denuncia y aísla los comportamientos y actitudes machistas».
Nuevos machismos. El problema es que además de la continuidad de las violencias machistas tradicionales, surgen nuevos modos de misoginia, tales como el gendertrolling de las 'turbas digitales' en el universo online. De ese modo, «sobresalen nuevos actores políticos, como los que conforman la 'manosfera', alentados por movimientos trasnacionales que promueven actitudes y perspectivas misóginas y antifeministas. Su influencia en la formación de opiniones y la propagación de ideas políticas extremistas están modelando imaginarios y conductas desde edades tempranas».
El ejemplo es el llamado 'caso Almendralejo', que puso en evidencia la violencia machista digital ejercida por un grupo de chicos menores de edad sobre más de veinte niñas y adolescentes, cuya imagen fue utilizada para crear pornografía mediante inteligencia artificial. «El alcance mediático de este caso ha servido para que la sociedad tome conciencia de la gravedad del problema del mal uso de los avances tecnológicos, pero no se trata de un caso aislado, pues las expresiones vejatorias contra las mujeres en el mundo digital se reproducen constantemente. En este sentido, la UCLM se ha hecho eco del riesgo que plantea el mal uso de las nuevas tecnologías, incorporando expresamente el ciberacoso en el nuevo Protocolo para prevenir, detectar y actuar ante el acoso en la Universidad de Castilla-La Mancha, en vigor desde el 25 de abril de este año», continuó el manifiesto.
La UCLM grita «se acabó» a la violencia machistaEl mismo también recordó a las mujeres de Palestina, Ucrania, Irán, Afganistán y otros muchos lugares del mundo. «En esta ocasión, apelamos a la genealogía feminista, a su historia, a la producción de conocimiento académico con perspectiva de género, a la fuerza de las mujeres jóvenes y a la dimensión humana de la sociedad para tejer, más que nunca, mundos de esperanza feminista. Otro mundo posible, libre de violencias contra las mujeres y niñas, porque los avances y el compromiso social e institucional es cada vez mayor frente a todas las violencias patriarcales en el espacio universitario y en la sociedad, en general», argumentó.
En definitiva, «hoy, y todos los días del año, reivindicamos el feminismo como herramienta de emancipación para conseguir una sociedad en la que podamos ser y estar». Y siguiendo el ejemplo de las campeonas del mundo, el rector, Julián Garde concluyó el manifiesto afirmando que «se acabó».