"Muy sufrida, pero merecida". Así calificó Pablo Nozal, entrenador del CD Illescas, la victoria cosechada en el Polideportivo La Dehesa frente al CDE Ursaria, la cuata seguida del equipo toledano. El madrileño entiende que fueron "mejores desde el principio hasta el final" y que sus jugadores cuajaron "un grandísimo partido".

Les vio "bien ubicados, aprovechando las segundas jugadas y cortando sus transiciones y el juego directo". Ya en la segunda parte, todo se puso de cara con la expulsión de un rival, pero cree que el equipo local "defendió francamente bien", mientras que ellos no encontraban "ese penúltimo pase que nos dejara con comodidad para jugar el último". Eso redundó en "precipitación" porque pasaba el tiempo "y no encontrábamos las ocasiones para los conseguir los tres puntos", añade el técnico.

Nozal tenía claro que "había que igualar en intensidad y agresividad" al Ursaria para hablar de triunfo. Por eso, reconoce el trabajo de sus futbolistas, "a base de ganar duelos y estar muy cerca; así, al final, fuimos capaces de ser dominadores y encontrar situaciones de juego".

Para el preparador del cuadro sagreño, la racha "es magnífica", pero insiste en que "hay que seguir surfeando en la cresta de la ola", ya que "en algún momento se romperá". El objetivo sigue siendo "sumar todos los puntos necesarios para alejar el descenso".

Como confesó, "cada día es más difícil elegir once y ajustad el banquillo" porque tiene la suerte de que "están todos muy bien, y hay 22 para elegir, y no 14". Su idea es continuar de la misma manera, "buscando el perfil del futbolista que más se adapta al partido que vamos a jugar; todos van remando en la misma dirección".

Por lo demás, Nozal cambió a Mingo por Cañizares, autor del 0-1, en el descanso. Explica que "no estaba entendiendo bien las situaciones en que debía moverse y estaba perdiendo muchos duelos y no aguantaba el balón". Al final, la permuta salió a pedir de boca: "Álex es más fijo y más de área, así que tuvimos fortuna".