La Asociación Manuel Azaña presentó ayer ante la Secretaría de Estado de Memoria Democrática la propuesta para que se designe como lugar de memoria el muro del Cementerio Municipal de Talavera contra el que se realizaron los fusilamientos de republicanos a partir de la sublevación franquista. Conocida como «Pared de las Balas» por los múltiples orificios que todavía hoy presenta, la pared estaba en el exterior del antiguo recinto y hoy en día se conserva dentro del cementerio actual, tras las sucesivas ampliaciones. Con casi 31 metros de largo, «conserva impactos de disparos de los fusilamientos de los republicanos en bastantes de sus ladrillos», señala la asociación Manuel Azaña, que está realizando un proyecto de investigación histórica, subvencionado por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, con el que se pretende dar a conocer lo ocurrido durante la represión franquista en Talavera.
El proyecto abarca entre 1937 y 1947 y documenta la identidad de las personas represaliadas en Talavera. La ciudad fue tomada por las tropas sublevadas entre los días 1 y 3 de septiembre de 1936 y, según la investigación, pudo sufrir la misma forma de operar que se llevó a cabo en Badajoz por parte del Ejército Africanista y que se repetiría después en Toledo.
«El relato en directo de los hechos ocurridos en Talavera después de la toma de la ciudad aportado por el periodista norteamericano John T. Whitaker describe la crueldad inicial en Talavera de la Reina de la represión», asegura el colectivo, según el cual «parece evidente que existió una masacre en Talavera durante los primeros días y meses posteriores a la toma de la ciudad por parte del ejército sublevado, aún por esclarecer y muy difícil de cuantificar».
exhumaciones. Dentro de la investigación existe ya un buscador en el que los familiares de las personas represaliadas que se encuentran enterradas en la fosa común del cementerio talaverano pueden localizar los nombres.
La Asociación Manuel Azaña, inicia con ello una campaña en la que esperan recoger solicitudes para la exhumación de los restos de los republicanos que se encuentran enterrados en esta fosa común. Muchos de ellos han sido recordados en las últimas décadas a través de lápidas situadas en uno de los muros del cementerio.
El colectivo se ha ofrecido a guiar a las familias en los trámites que son necesarios para estas exhumaciones, una iniciativa con la que ya colaboró en la localidad de Tembleque, con una total de 70 represaliados enterrados en la misma fosa común.