75 años de la Casa de Castilla-La Mancha

EP
-

La institución fundada en el año 1951 prepara su aniversario llena de actividad y con el reto de consolidar el relevo generacional

José Fernando Sánchez, presidente de la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid. - Foto: EP

La Casa de Castilla-La Mancha en Madrid, fundada en 1951 en la madrileña calle de la Paz, a pocos metros de la Puerta del Sol y con una privilegiada vista de los autómatas del Teatro Albéniz, está presidida por el alcazareño José Fernando Sánchez, una presidencia ejercida de forma paralela a la pandemia, lo cual no le ha impedido sortear dificultades y apuntalar su programación, ya con la vista puesta en su inminente 75 aniversario.

Sánchez explica los orígenes de la entidad, creada en su primera época a finales del XIX con un modelo centrado en la vertiente económica y comercial y para atender a los manchegos que empezaban a recalar en la capital.

Ya en 1951, antes de que Castilla-La Mancha fuera una comunidad autónoma, rememora cómo «élites económicas y sociales de La Mancha se reúnen en Madrid para hacer un centro que vendría a difundir los productos manchegos» de cara a mejorar su comercialización.

El objetivo ahora, tal y como apunta, es «favorecer y poner en valor el patrimonio de lo castellanomanchego en términos globales», desde la producción artística de paisanos emergentes hasta la literatura, pasando por la música.

El trabajo de la Casa se extiende paralelo a los cursos académicos de septiembre a junio, con un programa que se mantiene «vivo» y abierto a dos tipos de público, el madrileño de centro que aprovecha sus actividades por un lado y los castellanomanchegos que no dejan de participar en las convocatorias.

La Casa, que se moderniza e incluso ofrece su programación a través de su canal de YouTube, mantiene actividades históricas como las lecturas continuadas del Quijote, jornadas de historia o conferencias. Además. se mantiene como espacio abierto y a disposición de todo aquél que necesite una infraestructura donde desplegar su actividad.

A través de un sistema de aulas, en la Casa se tocan temas desde Derechos Humanos a Igualdad sin dejar de lado actividades mirando a América Latina; hay un club de escritoras y espacios dedicados a la música.

Se mantienen celebraciones de efemérides como el Día de la Mujer o el Día de la Poesía, a lo que se puede añadir el certamen de jóvenes intérpretes dedicado a Diego Ortiz.

Detalla Sánchez otras actividades como la convocatoria de artes plásticas 'Estampas manchegas', que recaba apoyo empresarial en el patrocinio de premios para sus participantes.

La investigación también tiene hueco en la entidad «en un amplio abanico, desde etnografía, antropología, historia o economía».

Entre toda la paleta de actividades, destaca Sánchez la publicación 'Besana', «una revista trimestral de estudios de investigación» en la que académicos pueden presentar sus originales. «Está gustando mucho en determinados ámbitos», ha celebrado.

La música, el teatro, las fiestas, los conciertos o una orquesta de guitarra adornan igualmente la programación anual de la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid.

La Casa ve a la vuelta de la esquina su cumpleaños número 75, y aunque su presidente contempla darle protagonismo al año de la efeméride, ha reflexionado al respecto y ha considerado que, «en un mundo de cambio social permanente», toca «abrir los brazos» a las nuevas generaciones.

«Creo que los 75 años es un momento importante para parar, reflexionar y proyectar. Se irá a un acto institucional de primer nivel, pero durante ese año hay que trabajar conjuntamente en ese proceso. Pensar en qué son las casas regionales, qué han supuesto a lo largo de la historia y cuál es el papel que les corresponde para ver el papel que dibujamos en el futuro», ha apuntado.

En este punto, ha ofrecido como «tesis personal» la certeza de que «vivimos en un mundo donde la globalización crece a paso de gigante y hace que la convivencia de múltiples culturas se subsuman a otras emergentes». «Y creo que las casas regionales en las metrópolis tienen un papel interesantísimo para poner en valor los rasgos y valores culturales de su propio territorio», señala.