Por seguridad, para evitar desprendimientos y recuperar lo que la DANA del año pasado se llevó por delante a principios de septiembre. El Ayuntamiento ha sacado a licitación el contrato para la ejecución de obras de limpieza, consolidación y restauración de taludes entre los puentes de la Cava y San Martín, la senda de la Cornisa y la carretera del Valle. Un proyecto, pendiente aún de fecha, que exigirá un periodo de ejecución de dos meses y un coste que superará los 100.000 euros y no dispone de fondos europeos.

Las empresas interesadas disponen hasta el 18 de septiembre para  presentar sus ofertas para alzarse con la adjudicación de un contrato que exige labores de saneo y retirada de materiales, instalación de sistemas de contención  de desprendimientos en las zonas necesarias. Con todo, el objetivo pasa por restaurar los servicios afectados por la DANA y dotar al entorno «de las condiciones adecuadas de seguridad tanto para vehículos como para viandantes», como señala el pliego de condiciones de la licitación.

El exceso de humedad y de pluviometría han generado un importante deterioro en distintos taludes. En este caso, las obras de limpieza y recuperación se dividen en tres zonas en función del emplazamiento. 

El Ayuntamiento invertirá 120.000 euros en taludes de la senda - Foto: Yolanda LanchaEn la primera, denominada Zona A, se encuentran cinco taludes pendientes de recuperar entre los puentes de la Cava y de San Martín. En todos ellos se observan patologías, pero las más preocupantes corresponden a uno de ellos en concreto que mantiene una composición rocosa de 8 metros de altura con un muro de mampostería que sirve de asiento a los viandantes y dado su estado actualmente supone «un riesgo».

Además, el pliego de condiciones menciona las patologías de otro de los taludes que favorecen «la caída de bloques hacia la vía», con lo que se plantea como necesario el saneo y desbroce de la superficie, retirada del material desprendido y la instalación de un sistema de seguridad en toda su longitud. 

En una situación parecida se encuentra otro talud en mal estado y con desprendimientos que provocan caídas de material a la Avenida de la Cava, «una zona de tráfico intenso» que también supone «un riesgo para los individuos» al no disponer de sistemas de protección. Si bien, el proyecto plantea su consolidación y la colocación de un muro de gaviones de dos metros de altura, entre otras intervenciones.

Por otro lado, en la zona B, que corresponde con la senda de cornisa, las patologías son otras distintas por su cercanía al río Tajo. Años atrás ya se realizaron trabajo de instalación de sistemas de contención de desprendimientos debido a la irregularidad del terreno, pero ahora exige una intervención por la cantidad de vegetación «que se encuentra tumbada «por la acción del agua» y por la acumulación de sedimentos en el pie de talud. Según detalla el pliego de condiciones, en este área se realizará el saneo y desbroce de la superficie y  se procederá a la instalación «de embudo de contención de desprendimientos formado por red de anillos y malla de triple torsión para la intercepción de bloques en la vaguada».

Por último, el contrato reserva una tercera zona de actuación, los cigarrales, que engloba un talud de ocho metros de altura media que presenta «varias zonas de su superficie afloramientos rocosos moderadamente alterados». Aunque no se encuentra en un deterioro extremo, el mismo pliego de condiciones señala que los fragmentos rocosos «acabarán fracturándose». Por tanto, la adjudicataria del contrato, una vez que finalice la licitación, se hará cargo del saneo, desbroce de la superficie del talud para eliminar «bloques inestables» y la instalación de un sistema proactive de contención, formado por una cuadrícula regular de bulones para evitar deslizamientos y desprendimientos.