Dos meses han pasado ya desde que salió al mercado editorial 'Aquí no hay quien viva', el libro de la trastienda de la serie y lo traes a los Encuentros de Cine Reyes Abades del festival CiBRA. ¿Da vértigo escribir sobre una ficción tan exitosa o es un buen punto de partida que ayuda de primeras?
Este libro viene de un reportaje que escribí para El País que gustó mucho y fue un éxito. Tenía más contenido para el libro y hubo un momento que dudé y pensé si toda la chicha ya la había puesto en el reportaje y el libro sería un sacacuartos, pero al final conseguí que el libro cuente cosas nuevas. Además, me calma la idea de que yo no hablo en el libro, lo hacen el reparto y el equipo técnico, con lo que yo soy una especie de montador que ha entrevistado a todo el mundo y un altavoz, como somos los periodistas. Es un libro interesante en el que da igual lo que opine y piense de la serie.
Dices que el libro aporta cosas nuevas. Entiendo que no lo vamos a destripar, pero imagino que alguna anécdota sí podrás desvelar de una serie tan exitosa.
Es un libro lleno de testimonios, no solo de los actores, que tenían que estar, también era muy importante que estuvieran los guionistas, el ayudante de dirección o el ayudante del departamento de arte, entre otros. Toda esa gente es la que más chicha y más anécdotas me han contado. Por ejemplo, los guiones les llegaban a los actores a las cuatro de la mañana y las hijas de Emma Penella me contaban que ella se iba a dormir pero dejaba al cargo a la chica que le limpiaba la casa para que recogiera los guiones. Es un libro en el que se nota que me he metido hasta el fondo de la cocina de esta serie y es muy divertido.
Al final no has podido hablar con todos los actores aunque lo has intentado, unos porque no han podido y otros porque no han querido. ¿Era imprescindible para que el proyecto saliera redondo o es una oportunidad para una segunda parte?
Es un libro que se podría ampliar con más voces y tiempo, sobre todo. Hay gente que no ha participado y creo que no podrá, como José Luis Gil, al que dedico el libro, pero con las secuelas del ictus es difícil. También falta Edu García, el niño de la serie, o Sofía Nieto, que no ha habido manera de encontrar. Hay gente que no ha querido, otros no han podido o los representantes directamente me han dicho que no querían hablar.
¿Crees que hay actores que renuncian de la serie?
Algunos están aburridos de que veinte años después les sigan preguntando por lo mismo y es entendible. También muchos han entendido que el libro era un homenaje y un tributo lleno de cariño y en el libro se ve que los actores que llevan veinte años hablando de la misma serie lo hacen con mucho cariño y son testimonios muy emocionantes.
Imagino que con la editorial estaba hecho tratándose de un proyecto de una serie tan exitosa.
Imagino. Es la primera vez que lo intento. Soy una persona muy insegura, pero solo fui porque sabía que este libro le iba a interesar a la editorial. Iba con el éxito del artículo en El País, con bastante material y con una serie de entrevistas que podían llevarse a cabo y la editorial no lo dudó.
Es una serie que tuvo mucho éxito durante muchos años. ¿Tenía caducidad o es de las series que no deberían terminar nunca?
La prueba está en 'La que se avecina', aunque es muy distinta. 'Aquí no hay quien viva' murió de una forma muy repentina y escacharrada, se tenían que mudar a Telecinco y se optó por otra serie con una esencia parecida aunque con muchas diferencias. 'Aquí no hay quien viva' podría haber durado más capítulos y los propios creadores lo cuentan en el libro. Al final, todos estaban muy quemados y agotados por el ritmo de trabajo y la serie acabó resintiéndose, pero tenían claro que descansando y dándole una vuelta, la serie habría continuado.
La serie estaba basada en el día a día, con unos personajes tan reconocibles y tan bien construidos, que cuando tienes una comedia así, como hemos visto con Friends o Cuéntame, pueden seguir contando su historia durante muchos años. 'Aquí no hay quien viva' tenía vida para más.
Si 'Aquí no hay quien viva' pudiera volver a la televisión, ¿qué temas podría tratar ahora para enganchar al público veinte años después?
Lo interesante del fondo de esta serie es que habla de la España obrera y de perdedores, como los ninis que están todo el día en el videoclub sentados sin hacer nada, y son conceptos que estaban naciendo a principios de los 2000 y hoy en día están muy desarrollados y en boga. Ahora a los jóvenes nos cuesta mucho independizarnos para no tener vidas precarias y eso se veía ya. Lo curioso es que ellos vivían en un piso en la Gran Vía, concretamente en la calle Desengaño, pero hoy en día no podrían vivir allí siendo mileuristas. 'Aquí no hay quien viva' seguiría contando los mismos temas, pero sería más dramática.
Hay personajes de series que darían para proyectos en solitario, como ocurre con Berlín, un personaje de 'La Casa de papel' con su propia serie. ¿En 'Aquí no hay quien viva habría alguno así?
Uno de los personajes preferidos era Emilio, el portero, y se le ofreció, pero yo vería una serie con Belén, mi personaje favorito, esa chica que trabajaba absolutamente en todo, que estaba amargada, no le gustaba la relación con su novio y tenía una vida horrorosa. Me gustaría saber cómo le va a Belén veinte años después, a qué se dedica, y si sigue compartiendo piso. Sería una serie más amarga, pero también somos una sociedad que está más amargada.
¿Escribirías sobre la serie 'La que se avecina?
No sería tan interesante. Lo interesante del libro es saber cómo se hizo la serie, lo mal que se trabajó, que los capítulos se escribieran semana a semana, que se grabaran escenas y la script le dijera a María Adánez que no sabía si tenía que subir o ir para abajo porque no había siguiente escena escrita. Se trabajó de una manera tan delirante que es un manual de cómo no hacer una serie a pesar de que hizo historia de la televisión. En 'La que se avecina' los primeros años fue un poco parecido, pero poco a poco fueron entrando en una forma de trabajo mucho más funcional, efectiva y eficiente, con lo que la historia de esta segunda serie no da para un libro tan interesante.
¿Había conciencia de gran familia en el equipo de la serie o es lo que se nos ha hecho creer al otro lado?
Los actores muchas veces son unos bienquedas y aquí pasa lo mismo. Como periodista sé que me han mentido y me han ocultado cosas. Me han dicho que se llevaban genial y eran como una gran familia y me lo creo. Todos me decían que tenían la sensación de ser una gran compañía de teatro gracias a ese ritmo de trabajo que los unió de alguna manera. Al final, si estás sufriendo por ese ritmo te hermanas con los de al lado. Pero también hubo roces, exigencias, y seguramente a alguno lo soportaban menos que a los demás.
¿En qué proyecto andas metido? ¿Enfocado al mundo televisivo?
Estoy buscando un nuevo libro. Y como periodista tengo mil trabajos a la vez. Lo que más me llama es contar historias a través de la documentación, la investigación, los reportajes y las entrevistas. Podría escribir cualquier libro ahora mismo.
'La casa de papel', otra gran ficción española que ha hecho historia, ¿tendría posibilidades de un libro?
El libro de 'Aquí no hay quien viva' tiene tres factores que no sé si voy a poder repetir en cualquier otro libro, por eso me cuesta encontrar otro proyecto. Tiene que tener el factor del fenómeno del público y no hay nada parecido en España, tenía a los entrevistados muy predispuestos y abiertos a mí y no sé si podré conseguir que otro equipo confíe en mí. Alberto Caballero ha sido una gran capitán de barco en este sentido. Y la historia de cómo se hizo 'Aquí no hay quien viva' es muy interesante, pero otras series a lo mejor no tienen este ingrediente. Al final, 'Aquí no hay quien viva' es una serie que se hizo fatal y era milagroso que se emitiera todas las semanas. No sé si todo esto lo encontraría en otra serie o en otros proyectos culturales.
¿Querías ser director de cine y la vocación se te fue enseguida?
Sí. Estudié comunicación audiovisual y a los tres meses no quería ser director de cine, pero sigo queriendo es contar historias y ficción como guionista y escritor. De momento, estoy centrado en el periodismo.