Pocos días después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara el adelanto electoral al 23 de julio, en pleno verano y con muchos ya pensando en vacaciones, hubo quien fue precavido y pensó en acudir con premura a solicitar el voto por correo. Ya saben, por si acaso, al final... me pilla en Cuba. Desde entonces, aquel goteo se ha convertido en un aluvión de ciudadanos que han hecho que en esta sea una convocatoria de récord, pues han sido más de 2,3 millones las solicitudes recibidas para esta cita electoral, a falta de los resultados totales que se sabrán cuando hoy termine el plazo para pedirlo.
Para dar respuesta a tal demanda, al menos un 7 por ciento superior a la habitual, la empresa ha tenido que multiplicar su plantilla y a la cotidiana se le han sumado 19.400 nuevas contrataciones destinadas exclusivamente a las labores del voto por correo. Ahora, los electores tienen hasta el próximo día 20 para poder depositarlo en cualquier oficina del país, donde se exigirá el DNI o documento equivalente para dejar la documentación.
Precisamente, la jornada de campaña de ayer estuvo marcada por el voto a distancia y las palabras del candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que en el mitin en el que participó en Murcia pidió a los carteros trabajar «al máximo», «mañana, tarde y noche», para repartirlo dentro del plazo y se comprometió a pagarles las horas extras si es presidente.
Aseguró así a los trabajadores de Correos que, aunque «no tengan refuerzos suficientes, que sepan que custodian algo sagrado», que es el voto. «Y por eso le pido a esos carteros con independencia de sus jefes que repartan todo el voto antes de que acabe el plazo. Si no le pagan las horas extra, en el primer Consejo de Ministros le pagaré las horas a todos los carteros de España por cumplir con su deber», enfatizó Feijóo en su alocución.
Preguntado en Lituania por estas palabras, Pedro Sánchez lamentó que su principal contrincante en las urnas haga declaraciones que intenten socavar la confianza de los ciudadanos en las instituciones y la democracia, mientras que el PSOE fue más allá al afirmar que se está alimentando la conspiración sobre Correos.
«Si esto no es trumpismo, qué lo es?», indicó el jefe de Gabinete de Sánchez, Óscar López, en su cuenta de Twitter. «Esto le invalida para ser presidente», arengó el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
Y como no hay dos sin tres, y en este caso por alusiones, Correos también entró a trapo y aseguró que abonará a sus trabajadores todos los conceptos retributivos relacionados con las generales en su nómina correspondiente.
A través de un comunicado de prensa difundido ayer mismo por la tarde, en el que no mencionaba explícitamente las declaraciones del líder del PP, la empresa de reparto postal incidió en que dispone de las partidas presupuestarias necesarias para abonar todos estos conceptos retributivos por el 23-J, que están ya aprobadas y serán abonados en tiempo y forma. También manifestó que «defiende la profesionalidad de todos sus empleados y de los servicios que lleva desarrollando a lo largo de sus más de tres siglos de historia».
Así las cosas, seguirá el pico de trabajo hasta el próximo jueves, cuando los últimos rezagados se acerquen a votar.