Felipe Lozano, más conocido como 'Pipero', recibía un merecido homenaje por parte del Fútbol Sala Talavera a toda una vida dedicada al fútbol sala en sus distintos ámbitos, ya fuera como entrenador, directivo y actualmente colaborador con la entidad.

Un hombre de fútbol sala, de esos que mantienen la ilusión por este deporte que en Talavera  ha dado tantas alegrías y también alguna que otra pena, que han estado ahí desde el principio de los días, como quien dice, tanto en las duras como en las maduras y que sin su trabajo, muchas veces silencioso, sería complicado poder sacar adelante muchas tareas que reclama la organización y logística de los encuentros.

Por todo ese trabajo que ha hecho a lo largo de estos años, por esa ilusión que tiene cada vez que su Talavera juega, acompañándolo muchas veces lejos del Primero de Mayo y por todas esas alegrías que le quedan por vivir, desde la Junta Directiva del conjunto talaverano se le tributaba un homenaje que el propio protagonista en cuestión desconocía y que se guardó con mucho secreto durante esta semana.

Precisamente uno de los cómplices de ello sería su hijo David, quien esperaba a su padre en el centro del campo para fundirse en un abrazo con él y hacerle entrega de un placa, a la que se añadiría posteriormente una camiseta personalizada entregada por el vicepresidente del club, Mario Arriero.

Tanto desde la propia pista, con pasillo por parte de los jugadores, como desde la grada, con sonora ovación, todos reconocieron la labor de un Pipero que emocionado agradecería este reconocimiento para posteriormente colocarse en su habitual puesto junto al túnel de vestuarios para disfrutar del encuentro en el que el FS Talavera Aurge Energía sumó su vigésima victoria de la temporada y se aseguró de manera matemática la segunda plaza y el playoff de ascenso a la Segunda División 'B'.