Agosto ha terminado dando una alegría a la ciudad con una potente inversión que planea destinar el Ministerio de Cultura a cinco tramos de murallas de Toledo en los próximos meses, un proyecto para la restauración, consolidación y resolución de problemas de humedad que cuenta con un presupuesto de poco más de 1,2 millones de euros. La apuesta de Cultura ha tenido que sortear una intensa espera, ya que la redacción del proyecto se adjudicó en marzo de 2022, con un plazo para la elaboración de seis meses. Si bien, obra ya se encuentra en licitación y los interesados, tras una visita técnica previa que se realizó la semana pasada, podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 9 de septiembre.

Cultura, a través de la Subdirección General del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), se ha planteado una intensa actuación que ocupa buena parte del perímetro amurallado de la ciudad que tendrá un plazo de ejecución de 18 meses. El propio Ministerio, titular de las mismas, ha dividido la restauración en cinco tramos a intervenir, tres de ellos en la parte meridional -Torre del Pozo, carreras de San Sebastián y calle Tahona- y otros dos  se encuentran en zonas emblemáticas, el Puente de San Martín y la Puerta del Sol. En este caso, es necesario tener en cuenta que el grado de conservación es dispar.

En el proyecto no se indica que se vayan a realizar labores de restauración en la Puerta del Vado a pesar de que el Ayuntamiento tuvo que actuar de urgencia en marzo y retirar el arco por peligro de desprendimiento como confirmaron en su momento los bomberos, con un presupuesto de 9.000 euros, a la espera de que Cultura restaure y coloque de nuevo los elementos cuando planee otra intervención. 

Carreras de San Sebastián. - Foto: Yolanda LanchaEn principio, el trabajo más intenso lo plantea la Torre del Pozo, en muy mal estado debido a que «el 50% está arruinada». En el pliego de condiciones de la obra, que se guía por el Plan Director elaborado en 2011 a instancias del Ministerio de Cultura, ya se establecía la posibilidad de establecer «un mirador y un punto de información en esta torre» que ayudaría a mejorar «las condiciones de visita de esta zona de la muralla». 

Sin embargo, la opción ha quedado descartada porque el estado de conservación de muchos caminos no es bueno, su uso escaso y se ha prestado anteriormente a actos vandálicos. A esto se suma que la apertura de un nuevo paseo acarrearía importantes costes que la administración prefiere destinar exclusivamente a la conservación.

Por tanto, el proyecto descarta nuevos usos para esta torre circular situada junto a la senda peatonal del río en su zona sudoeste que actualmente permanece aislada pero en su día estaba unida a la muralla de la Carrera de San Sebastián, según la documentación histórica. La torre, que se acompaña de varios lienzos de muralla no entró en la última restauración de la zona acometida en 1998-1999, por lo que presenta un grado de degradación importante que ya se mencionaba en el Plan Director, elaborado para rehabilitar las murallas de manera ordenada. Esta intervención se ha dilatado por las dificultades que ofrece con los medios disponibles.

Calle Tahona. - Foto: Yolanda Lancha«La Torre del Pozo presenta un estado de conservación muy malo, con serios problemas de integridad para el monumento y para la seguridad de las personas y del entorno por falta de mantenimiento», se indica en la documentación. De hecho, el proyecto señala que durante la redacción del mismo se produjo «un colapso» en su flanco norte». Por tanto, se plantea una intervención de conservación curativa y restauración para evitar la pérdida total de este Bien de Interés Cultural. 

Los trabajos se realizarán con sumo cuidado, utilizando andamiaje y se solicitará la retirada de los casetones con los focos de iluminación de las murallas actuales «que distorsionan la lectura del  monumento».

En la parte meridional del Casco también se sitúan las Carreras de San Sebastián con un importante tramo de murallas de 195 metros, compuesto por cuatro lienzos y tres cubos semicirculares, un conjunto que en líneas generales ha quedado inconexo en relación a otras estructuras defensivas, con lo que es necesario acudir a la documentación histórica para conocer que se unían a la Torre de Pozo y a la del Hierro. 

Alrededores del Puente San Martín. - Foto: Yolanda LanchaEstas murallas también serán objeto de restauración, ya que solo se han beneficiado de dos intervenciones, la primera en 1924 y la segunda en 1999 de la mano del arquitecto Juan Santágueda, y su estado presenta «severas pérdidas de material y afectación de humedades y vegetación».

tres tramos más. El pliego de condiciones de este contrato refleja la necesidad de consolidar parte del lienzo de murallas sobre el que se asienta una vivienda en la calle Tahona. En este tramo «se está produciendo un empuje del terreno sobre la muralla debido a que la parte intramuros está ocupada por un jardín». Por tanto, los técnicos consideran que el terreno húmedo presiona y está abombando la fábrica».

Las proximidades del Puente de San Martín también requieren una puesta a punto. En esta zona se han detectado desprendimientos de material que exigen actuaciones de consolidación. Además, se realizará un estudio pormenorizado para evaluar el estado global con el objetivo de «consolidar coronaciones y paramentos» y proponer medidas preventivas.

Puerta del Sol. - Foto: Yolanda LanchaPor último, la emblemática Puerta del Sol también ha sufrido desprendimientos relativamente recientes. «Aunque no presenta daños de extrema gravedad», como señalan los técnicos, sí se asoman problemas relacionados con la humedad «que provocan la degradación de los morteros de agarre», algo habitual si existen zonas ajardinadas próximas, aunque el conjunto está a salvo de pérdidas irreparables. 

Tanto en este caso como en los cuatro restantes, las actuaciones van más allá de la limpieza y conservación de las murallas como BIC, también se garantiza la seguridad, dado que los daños provocan caída de material y riesgos para los viandantes es alto.

Las actuaciones conllevan un coste de poco más de 1,2 millones de euros, de los cuales 370.533 euros se dedicarán a la restauración y la albañilería y 76.157 euros a la subsanación de humedades.