A pesar del incremento en los precios de la energía, poner la lavadora o encender la luz sigue siendo un gesto muy habitual para la gran mayoría de la sociedad. Sin embargo, esta acción no es tan común para los 675 millones de personas que, según un informe publicado recientemente por el Banco Mundial, no cuentan con acceso a la red eléctrica.

Pero este no es el único problema. A escala mundial, el gas natural y el petróleo continúan manteniéndose como las principales fuentes para generar energía: según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ambos comprenden el 80 % de la demanda actual de energía primaria, siendo estos los principales responsables del calentamiento global y del cambio climático.

En este contexto, la empresa castellano-manchega GFM Fotovoltaica puso su ingenio y creatividad para desarrollar SuninBox, una 'caja mágica' portátil que es capaz de transformar rápidamente la energía solar en electricidad, además de almacenarla. ¿Magia? No, innovación, como la que permitió? mejorar SuninBox al incorporar un componente que permite crear agua potable a partir del aire.

Javier Bustos: «El proyecto nació para abastecer de energía a un campamento de refugiados somalíes»

La cooperación internacional como motor del cambio

El director general de GFM Fotovoltaica explica cómo la financiación de la Unión Europea ha hecho posible su proyecto de innovación.El origen de todo fue un proyecto de cooperación en Etiopía: «Dando una charla en la Universidad Carlos III, conocimos a una ONG que nos propuso trabajar para abastecer de energía a un campamento de refugiados somalíes», relata Javier Bustos, director general de GFM Fotovoltaica.  

Ahorro para el sector agropecuario

SuninBox permite también a agricultores y ganaderos prescindir de los generadores que tradicionalmente funcionan con combustibles como el gasóleo o el diésel. Una vez instalado, facilita, por ejemplo, las labores de ordeño, riego, mantenimiento y, en general, mejora las condiciones de habitabilidad de las granjas. Además, supone un importante ahorro económico y ayuda a la reducción de la huella de carbono. Por ejemplo, en una ganadería mediana, una actividad que depende por completo del uso de combustible, se consigue reducir en un 80 % su consumo y dejar de emitir, como consecuencia, unas 72 toneladas de CO2 al año.

Agricultores y ganaderos pueden reducir en un 80% el consumo de combustible

Un proyecto viable gracias al apoyo europeo

Para conocer mejor en qué consiste SuninBox entrevistamos a Javier Bustos, director general de GFM Fotovoltaica.

Javier, ¿Qué os llevó a solicitar apoyo europeo y, en concreto, optar por el Acelerador del CEI?

Nosotros ya teníamos el conocimiento y la experiencia en sistemas portátiles de generación de energía, pero necesitábamos el empujón para certificarlo, avanzarlo e industrializarlo. Además, siempre hemos tenido un carácter internacional. Por tanto, buscar financiación europea era el paso lógico y también un reto: si Europa confía en lo que estas creando, es un aval de que vas por el buen camino y de que tu idea es buena.

¿Cómo ha influido el apoyo por parte de la Unión Europea en vuestra situación actual?

Enormemente. Nos ha permitido consolidar el departamento de I+D y nos ha ayudado en la apertura de nuevos mercados, aportándonos la estabilidad y el reconocimiento de una empresa con capacidad de innovar en Europa. El sello europeo, sin duda alguna, es una garantía de calidad.

Javier Bustos: «El papel de las Instituciones Europeas es vital para la ejecución de este tipo de proyectos. Permiten que las empresas crezcan, exporten y tengan conocimiento propio. En nuestro caso, SuninBox no hubiese sido posible sin esta financiación»

Cómo informarse de las ayudas de la Unión Europea

GFM Fotovoltaica es un ejemplo de cientos de pymes, empresas innovadoras e instituciones cuyos proyectos se han convertido en realidad gracias programas de la Unión Europea, como el Acelerador del CEI.

El Acelerador del CEI ofrece a las pymes, empresas emergentes y emprendedores, la posibilidad de acceder a subvenciones de hasta 2,5 millones de euros para financiar proyectos de cierto riesgo, pero con un gran potencial. Además, también permite el acceso a inversión de capital para actividades comerciales y de refuerzo de su presencia internacional.

El Programa LIFE+, por su parte, apoya con hasta un 60 % del presupuesto total proyectos de empresas e instituciones sobre medio ambiente o acción por el clima.