Una crisis de Erling Braut Haaland es una magnífica racha para casi cualquier delantero del mundo. 'Haaland entra en crisis', titulaba Marca hace dos días. ¿El motivo? Lleva tres partidos consecutivos sin marcar ni asistir. Ese mismo día le hizo un doblete a Chipre. Lleva 'solo' ocho goles en 12 partidos con el City (uno por encuentro en la Premier, 'seco' en Copa y en dos partidos de Champions) y en las dos últimas ventanas FIFA, ha marcado tres tantos en dos partidos. Crisis…
El 'cyborg' es lo más parecido a un futbolista que se ha adelantado 20 o 30 años a su tiempo. El arquetipo del jugador actual es el de alguien atlético, fuerte, alto, poderoso… Haaland viene del futuro, o algo así, con sus 195 centímetros, sus 89 kilos, sus 34,9 kilómetros por hora de velocidad punta (la media de Usain Bolt para batir el récord de los 100 metros en 2009 fue de 37,6) o su disparo a 103 km/h. Y, por encima de cualquier medición física, su juventud y su voracidad.
Desde su debut en la gran élite mundial (de la mano del Red Bull Salzburg), empezó a devorar récords a una velocidad inimaginable: en la Liga de Campeones, su torneo fetiche, debutó con hat-trick en un 6-2 sobre el Genk; promedia más de un gol por encuentro (ocho en seis con el Salzburg, 15 en 13 con el Dortmund, 12 en 13 con el City) y ya es el 17º goleador histórico de la competición en solo cuatro temporadas, superando a mitos de la competición como Eto'o, Griezmann o Rooney… y ya tiene a tiro a Cavani, Del Piero o Agüero.
El curso pasado, además, se convirtió en el tercer jugador de la historia, tras Leo Messi y Luiz Adriano, en anotar cinco goles en el mismo choque: lo consiguió en el 7-0 sobre el Leipzig (último partido de la fase de grupos). Ese día alcanzó los 30 goles en Champions, y para ello solo necesitó 25 partidos: Van Nistelrooy tuvo que jugar 34 para llegar a esa cifra, Lewandowski 46, Messi 48, Mbappé 51, Cristiano 74…
Premier
Dejó su carta de presentación sobre la mesa nada más llegar en 2022: fue el mejor debutante de la historia (nueve tantos en agosto), destrozando los cinco que habían logrado Hirst, Klinsmann, Phillips y Pukki. Ese curso batió todas las plusmarcas de la Premier League: marcó 36 tantos en 35 partidos disputados, superando los 34 que habían marcado Andy Cole (93/94) y Alan Shearer (94/95) cuando había 22 equipos y las Ligas tenían 42 jornadas.
El camino hacia el éxito fue el más rápido posible: un atajo al alcance de unos pocos privilegiados llamado hat-trick. Haaland solo necesitó cinco partidos para llegar a dos 'tripletes', ocho para alcanzar el tercero (40 partidos menos que la anterior marca, en manos del propio Shearer) y 19 para sellar el cuarto (46 partidos menos…). En la era-Premier, solo Shearer (cinco) le supera y solo Harry Kane había logrado cuatro.
Selección
La gran espina de Haaland se llama Noruega, un país de relativa tradición futbolística que no ha logrado darle a 'Terminator' un ecosistema adecuado para el triunfo en el ámbito de las selecciones. Y todo ello, a pesar de los enormes esfuerzos del delantero por alcanzarlo: suma 27 goles en 27 partidos internacionales. Los noruegos no llegan a la fase final de una gran cita desde finales del pasado siglo (jugaron consecutivamente el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000) agarrados a una generación dorada con los Solskjaer, Flo, Eggen, Solbakken, Berg, Strand y compañía. La bestia Haaland quiere corregir ese vacío histórico.