Los cuerpos policiales han detectado 2.838 casos del estafas informáticas en la provincia de Toledo durante el primer semestre, un 3,4% más que en el mismo periodo del año anterior. Se trata del principal tipo delictivo dentro de la cibercriminalidad: entre enero y junio, se han producido un total de 3.288 hechos delincuenciales en la esfera digital, lo que supone que el 86% de todas las infracciones penales están relacionadas con las estafas en cualquiera de sus modos.

El balance trimestral de criminalidad que publica el Ministerio del Interior con carácter trimestral confirma el paulatino incremento de estos hechos punibles. Los delicuentes que operan el mundo virtual aprovechan el uso extendido de internet -en todas las franjas de edad, en ambos sexos y en los diferentes estratos sociales- para fines lucrativos ilícitos. La evolución de este indicador desde el primer semestre de 2022 (el primero con datos desgajados) confirma el preocupante incremento de la cibercriminalidad en la provincia. En los seis primeros meses de aquel ejercicio, las fuerzas de seguridad contabilizaron 2.139 actos de estafas informáticas. En apenas dos años, los casos se han disparado un 32,7%.

Buena parte del incremento general de la criminalidad en la provincia se debe al impacto creciente que los hechos punibles relacionados con la actividad en internet tienen. El aumento de este tipo de hechos se adivina como uno de los principales retos para prevenir una forma delictiva que afecta, principalmente, a los interés económicos de particulares y empresas. Diferentes organismos ofrecen pautas para evitar estos casos.

DATOS LOCALES. La ciudad de Toledo ha sufrido 312 hechos de estafa informática entre enero y junio. Por su parte, Talavera ha lamentado 206 infracciones de este tipo; Seseña, 149 casos, e Illescas, otros 118. Las cuatro grandes ciudades de la provincia, que suman el 31,7% de la población toledana, concentran el 34,7% de estos delitos.