No hay descanso para Pedro Sánchez. Superada su tormentosa investidura con los apoyos del independentismo catalán y vasco, el presidente del Gobierno debe encaminar ahora sus pasos a la configuración de su próximo Consejo de Ministros.
En los mentideros, se especulaba con la posibilidad que diese a conocer ayer los nombres, algo que finalmente no sucedió con lo que las apuestas siguen abiertas. ¿Podría hacerlo hoy? Es una incógnita de respuesta complicada. Difícil sí; imposible no, porque los movimientos inesperados del líder socialista han sido una constante a lo largo de su trayectoria. En Ferraz apuntaban días atrás que lo haría muy posiblemente a finales de esta semana.
Hay también quien afirma que junto con su principal aliada, la líder de Sumar Yolanda Díaz, tiene ya perfectamente clara toda la estructura gubernamental. Únicamente faltaría terminar de encajar las últimas piezas del puzle.
La hoja de ruta pasa porque los nuevos ministros prometan su cargo a comienzos de esta semana y que acto seguido se produzca el habitual intercambio de carteras entre los salientes y los entrantes, y con la tradicional foto de familia a las puertas de la Moncloa.
Según se ha filtrado ya, todo apunta a que el nuevo Ejecutivo tendrá menos ministerios que el actual, que marcó un récord con 22 carteras, mientras las quinielas siguen echando humo para poner rostro y nombre a los altos cargos del futuro Gobierno socialista.
Como en todo en el PSOE actual, la última palabra la tiene Pedro Sánchez. Segura sólo parece la continuidad de Yolanda Díaz en Trabajo y de momento, hay dos bajas confirmadas, la del ministro de Universidades, Joan Subirats, y la del titular de Consumo, Alberto Garzón, que han decidido romper amarras con la actividad política.
Aumenta la tensión
Mientras, la tensión entre Podemos y Sumar ha subido de nivel en las últimas horas, a raíz de la dimisión de Nacho Álvarez y su renuncia a ser ministro dentro de la cuota morada como le ofreció Yolanda Díaz.
Desde la parte socialista han quitado hierro a las desavenencias que mantienen Díaz y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, por el veto de la vicepresidenta segunda a que entre en el Ejecutivo la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero.
Sin embargo, Belarra ha vuelto a la carga para exigir que Montero mantenga esta cartera porque lo considera una garantía para que el próximo Gobierno de coalición sea de verdad «valiente y ambicioso», aunque parece que está en los planes de Sánchez recuperar esta cartera para los socialistas.
De todas maneras, insistió en que es el líder del Ejecutivo quien toma la decisión sobre los ministros que formarán parte de su gabinete, poniendo la pelota en su tejado y no en el de Díaz. Podemos, lo que no quiere, es verse relegado y ninguneado en modo alguno.
Para Belarra, lo que está ahora «encima de la mesa» es «si hay un Gobierno de transformación con Podemos, que es valiente y que toma medidas ambiciosas o si se conforma un gobierno únicamente presidido por Sánchez».
En este sentido, destacó que Sánchez «conoce bien la propuesta de Podemos» que es la de «continuar con las transformaciones feministas» porque, para la formación, «es la mejor aportación» que pueden hacer al próximo Gobierno. «Quiero recordar que hemos pasado de ser el undécimo país en materia de igualdad de género al cuarto gracias al trabajo del Ministerio de Igualdad», afirmó.