Al proyecto del conocido 'macrohotel' de la calle de la Plata se le perdió la pista temporalmente en verano tras el resultado de la subasta de las tres parcelas municipales que restaban y supuestamente formaban parte del futuro complejo hotelero que estaba previsto que se levantara sobre once parcelas. Sin embargo, el asunto no se ha quedado en ningún cajón y vuelve hoy a la actividad municipal plasmado en el segundo punto del orden del día de la Comisión de Planeamiento que se celebra a primera hora. Sin embargo, el resultado de la subasta de las tres parcelas con las que no pudo hacerse 'Delfín S.A.', la promotora, obliga a modificar el Plan de Reforma Interior que ya estaba prácticamente encarrilado.
En junio todo indicaba que el proyecto perdía viabilidad tras la tercera y definitiva subasta municipal de las tres parcelas -7, 9 y 11 del Callejón de los Bécquer, que finalmente adquirió Amador Valdés, un reconocido restaurador, antiguo propietario de la Casa del Temple, que desde el principio mostró mucho interés. Se presentó a la primera subasta del Ayuntamiento que quedó invalidada porque contravenía el artículo 65 de la Ley de Contratos del Sector Público en relación al propio pliego de condiciones de la contratación, y le obligó a presentar un recurso y a presentarse a la tercera y definitiva subasta con la que se hizo con estos tres terrenos por 484.625 euros más IVA.
Pese a todo, la promotora Delfín ha presentado de nuevo la documentación necesaria para modificar el Plan Especial de Reforma Interior (PERIM) a finales de septiembre, lo que confirma que continúa interesada en levantar el hotel y el Ayuntamiento, a través de su comisión de Planeamiento, tendrá que dar cuenta de esta modificación antes de que la tramitación se encamine al correspondiente periodo de información pública.
Según la documentación, la promotora plantea «una alteración de diversos aspectos de la ordenación aprobada» para mantener el proyecto en pie, como recoge el informe del arquitecto municipal. Y aunque en principio está claro que los cambios obedecen a la pérdida de las tres parcelas titularidad de Amador Valdés, lo cierto es que Delfín se desprende también de una cuarta de las primitivas once parcelas, concretamente la situada en la calle Santa Justa, número 3, debido «a que queda físicamente aislada».
Por otro lado, propone en la inclusión en el Perim otro nuevo inmueble, el número 10 de la calle de la Plata, con lo que en este caso se asignaría el uso terciario hotelero a este inmueble y la anulación de las determinaciones que se exigían legalmente para las tres parcelas, que no ha comprado y desdibujaron el proyecto originario, quedando su uso vinculado al residencial plurifamiliar.
Más cambios. La promotora plantea un aumento de las alturas tanto en el cuerpo exterior del inmueble, pasando de tres a cuatro alturas, como en su cuerpo interior, con la intención de levantar tres alturas en lugar de dos. Además, propone la demolición parcial de uno de los inmuebles, «que afecta a diversas construcciones situadas en la zona interior del mismo y definen un patio interior de carácter residual», con la intención de buscar una ordenación más coherente de los espacios.
Por otro lado, la promotora mantendría el criterio de proporción de azoteas en una superficie total y distribución en función de los inmuebles excluidos. Lo mismo ocurriría con las azoteas, ya que se mantendría el criterio del Perim para las existentes y la generación de nuevas de nueve metros cuadrados cada una para la ubicación de instalaciones. No obstante, la documentación hace especial hincapié en que las azoteas se localizan en zonas interiores de la manzana y no son visibles desde la vía pública.
Además, se establece la posibilidad de cubrición de los patios en los distintos inmuebles, lo que supondría un aumento de la edificabilidad, aunque manteniendo siempre el máximo de 6.268,54 metros cuadrados construidos. Aun así, con todos los cambios que se proponen la edificabilidad total del complejo hotelero se reduce en 217,16 metros cuadrados.
Tras el análisis y revisión de la documentación, el informe del arquitecto municipal apunta que se puede proceder a la tramitación, salvando mínimas correcciones, porque el documento, «en su contenido y términos» se adecua «a su función y alcance». Hasta aquí el planteamiento técnico en la administración municipal, a falta en su momento del dictamen de la Comisión Especial de Patrimonio. Ahora toca el debate político y ciudadano de un proyecto que desde el principio ha levantado polémica y reticencias de las instituciones ligadas al patrimonio por sus volumetrías, el pasado histórico de su emplazamiento en el Casco Histórico, ya que podría albergar restos valiosos del foro romano, y el impacto acústico.