Testamento vital, el registro para los últimos días

Á. de la Paz
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La asociación Derecho a Morir Dignamente ofrece una charla en la Biblioteca de Castilla-La Mancha sobre la declaración de voluntades anticipadas, un documento para «ser libre hasta el final»

María Castillo y Blanca Calvo, ponentes de la charla sobre el testamento vital. - Foto: La Tribuna

María Castillo y Blanca Calvo, representantes del grupo que la asociación Derecho a Morir Dignamente tiene en Guadalajara ofrecieron en la Biblioteca de Castilla-La Mancha una charla sobre la declaración de voluntades anticipadas o testamento vital, una manifestación que permite al ciudadano establecer sus deseos respecto a los cuidados que habrá de recibir en la etapa postrera de su existencia.

La ponencia se adentró en el «bien morir» a través de una detallada explicación sobre el documento que permite «que la vida termine como realmente queremos», relató Castillo. Este escrito recoge «lo que queremos y no queremos para el final de nuestra vida», añade la psicóloga. La descripción incluye el tipo de tratamiento y la atención sociosanitaria que se desean recibir, también si se opta a la eutanasia. «Eso no significa que al hacer el documento se esté pidiendo en ese momento la ayuda para morir, sino que se está diciendo que, llegado el caso y cumpliendo con todos los requisitos, se puede hacer».

Por su parte, Calvo insistió en la importancia de registrar una declaración que permite a la persona «ser libre hasta el final». La exconsejera de Cultura ahonda en la capacidad que la normativa vigente permite para «marcar las condiciones» de los últimos instantes de vida. La aprobación de la ley de la eutanasia en 2021 abre la puerta a la solicitud preventiva de esta posibilidad. «De este modo, si en los años siguientes se tiene un accidente o una demencia y no se puede expresar, ya estará pedida».

Castilla-La Mancha dispone de decenas de puntos en los que registrar el testamento vital, 23 en la provincia de Toledo y más de 60 en todo el territorio autonómico. Sin embargo, y pese a la capilaridad de la red de oficinas, la región es la cuarta comunidad autónoma española con menor volumen de voluntades anticipadas recogidas, sólo por detrás de Extremadura, Ceuta y Melilla. Calvo achaca el pobre resultado al «poco conocimiento» que existe sobre esta cuestión. «Se sabe poco sobre cómo hacerlo y se intuye que es una cosa muy difícil y burocrática, aunque no sea así». Las dos ponentes aprovecharon la sesión para explicar al público presente cómo rellenar un documento, del que entregaron una copia a cada asistente, que puede cumplimentarse de forma virtual o impresa y que no implica mayores impedimentos. Este formulario se ha de entregar a las trabajadoras sociales en los puntos señalados por la Administración regional. 

La charla, además, reflexionó sobre la idea de la muerte, un concepto que la sociedad percibe de forma diferente a como lo hacía décadas atrás. «En nuestra cultura no se habla de ello», agregó Castillo.