Este final ya lo ha vivido el Soliss AD Bargas FS varias veces esta temporada. Contra el Dehesa Villalba volvió a sufrir el cuadro toledano una falta de incontinencia que le ha costado ya seis puntos en lo que va de campaña, y que podía tenerle mucho mejor clasificado todavía de lo que está.

Con un 4-2 a favor, en dos acciones absurdas, se evaporaron dos puntos.Sobre todo la del empate, con un claro córner a favor que los colegiados convirtieron en saque de puerta y que el cuadro madrileño utilizó para irse como un puñal a por el definitivo empate a cuatro.

Pero el balance no es para nda negativo. Los rojillos entraron con ganas. Después de contener sin problemas al rival en los primeros minutos, costó materializar llegadas. Todo se puso de cara con una falta directa que Raúl Solano clavó en toda la escuadra.

Dani Pérez vio a su equipo bien asentado, y comenzó a rotar. Quizás demasiado. Fue el partido del regreso de Timoto, después de prácticamente un año. Entró unos minutos Ramón, todavía lejos de su mejor versión. Y el propio Solano, con problemas en una rodilla, intentó ser lo decisivo que pudo.

El Bargas FS se acabó yendo del partido. Encajó el empate en una pérdida, y, minuto y medio después, el 1-2, otra vez resuelto por el Dehesa Villalba al segundo palo. En cualquier caso, la garra de este equipo sale en las situaciones complicadas. Y ahora mismo hay jugadores que están tirando del carro, como Ruby. Él gestó el empate, gracias a un uno para uno del que salió airoso. Solo tuvo que darle el balón a Ramón, y este vio a Óscar al otro lado, quien puso el 2-2.

Todavía hubo tiempo para un gran susto, un larguero de Miguel Alonso, pero Jona, faltando siete segundos para el descanso, probó suerte desde lejos. El balón acabó entrando por bajo y ajustado al palo.

Se podía encarar con más tranquilidad la segunda parte. Y así fue. Apesar de que el Villalba salió a presionar arriba, las mejores opciones fueron bargueñas. Una de ellas pudo ser un penalti a Piqueras, pero lo sacaron fuera.

La falta de concentración le jugó una mala pasada al equipo madrileño. Mediado el periodo, un robo permitió a Raúl Solano, muy generoso, ver desmarcado a Jona, quien anotó su décimo cuarto tanto de la temporada.

El encuentro parecía no peligrar. Ni con portero-jugador, a falta de cinco minutos, pudo el cuadro de Víctor García inquietar a Fidel. Sin embargo, en la jugada menos clara, Miguel Alonso resolvió de tacón para el 4-3. Y ahí apretó El Balcón. Ya en el último minuto, la acción antes narrada le acabó costando otros dos puntos a la escuadra de Dani Pérez. Se intentó de cinco, aunque era ya mejor defender ese punto. Por lo que pudiera pasar.