Todo buen toledano tiene en su memoria aquellas fotografías históricas de sus familiares o amigos bañándose en el Tajo como si una playa del Levante español se tratase. La situación actual no es cuanto menos similar, pero la nostalgia que este recuerdo genera entre los toledanos hace inevitable la comparación con el escenario en el que amaneció la ciudad este domingo.

Tras las crecidas del río en las últimas semanas, llegando a máximos niveles de caudal que no se alcanzaban desde hace 30 años, ha provocado que según ha ido descendiendo este regulador del cauce hayan aparecido ubicaciones distorsianadas a las que había hace tan sólo días. 

Los sedimentos arrastrados por el agua del Tajo han dejado zonas repletas de arena que recuerdan a esas playas o pequeñas orillas en las que antes -cuando estaba autorizado el baño- uno podía darse un chapuzón. Es por ello que muchos de los ciudadanos que aprovecharon ayer el día soleado para pasear se acercaran al entorno de la senda ecológica para conocer de primera mano la situación descrita en estas líneas de texto.

El Tajo saca a flote la playa de Toledo - Foto: Javier PozoUno de los puntos donde se creó una de estas «playas» es en la ribera del río a la altura de Tenerías, donde decenas de toledanos pasearon por la zona a lo largo de la jornada del domingo. Algunos de los detalles llamativos de esta sobresedimentación del río fue el de algunas papeleras, que mantuvieron su posición habitual pese a estar inundadas por la arena, lo que podría datar la profundidad de estos restos de tierra en algo más de medio metro.

La parte negativa de estos arrastres del río es que al igual que trae nuevas zonas de esparcimiento naturales, también movió restos de ramas, basura y otros elementos urbanos, generando una imagen no tan buena para el entorno, por lo que urge la intervención de los equipos municipales de limpieza.

Azud de santa ana. Hace ya casi dos años de la DANA que azotó a la ciudad en septiembre de 2023. En aquella ocasión, la lluvia y la fuerza del cauce toledano provocaron la fractura del azud de Santa Ana, visible desde entornos transitables a diario como el puente San Martín. Pues bien, tal y como se puede apreciar tras la bajada del caudal de este fin de semana, la presa toledana parece haber sufrido nuevos daños con las recientes crecidas, en el costado opuesto a la fractura anterior. 

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