Incrédulos, cansados y preocupados por si las inundaciones se repiten. Así se encuentran los empresarios del Polígono Industrial tras poco más de un mes inmersos en la limpieza de sus naves y negocios después de la lluvia torrencial del pasado 3 de septiembre que se llevó por delante sus negocios, anegó sus naves, destrozó instalaciones, mobiliario, mercancías y cortó de raíz su actividad a la espera de poder retomarla, aunque en algunos casos el cierre está garantizado por la imposibilidad de asumir los costes.
Hasta la fecha, la Federación Empresarial Toledana (Fedeto) se ha convertido en el altavoz de los damnificados, pero esta mañana fueron ellos los protagonistas que pusieron voz y relataron lo ocurrido el 3 de septiembre y la anómala situación que están viviendo «sin tener culpa de nada». Así lo expresó la mayoría de los empresarios que se sentó al lado del secretario general de Fedeto, Manuel Madruga, para trasladar sus peticiones y exigir responsabilidades.
Desde el principio, la Federación Empresarial considera que la CHT tiene mucho que decir en el desastre ocasionado por la DANA, pero también los empresarios también se suman a esta percepción y se consideran injustamente tratados por este organismo que no responde ni les atiende a pesar de que «sabe que tiene responsabilidad» porque existe una deficiente canalización de los arroyos que imposibilita que las infraestructuras actuales soporten más cantidad de agua.
En este caso, los empresarios apuntaron que no descartan judicializar el caso y llevar ante el juez a la CHT si continúa sin pronunciarse y tampoco les sirve que haya aprobado una inversión de un millón de euros para destinar a trabajos de restauración de cauces para intentar paliar los efectos de las inundaciones. Alguno de los damnificados ya ha tenido conflictos anteriormente con la Confederación, acostumbrada «a hacer oídos sordos» para no contestar reclamaciones ni escritos, algo que llevó a Gregorio Juárez, de la Finca el Quintillo, a denunciar la situación en los tribunales hace años.
Los perjudicados se sienten desamparados y tal es la situación de hartazgo que el presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono, Ángel García, ha ido más allá y considera la posibilidad de denunciar en los juzgados a la CHT y a «todos los técnicos y políticos» implicados por la falta de limpieza de los arroyos y la ausencia de infraestructuras que ayuden a canalizar y drenar el agua en estas circunstancias, todos ellos «con nombre y apellidos» si es necesario.
Por su parte, el secretario general de Fedeto, muy combativo desde el primer día en esta problemática, endureció sus palabras hacia la CHT porque entiende «que es un ente autónomo que actúa de manera dictatorial» y dio a entender que tanto los ayuntamientos como las comunidades autónomas «le tienen miedo».
Si bien, Madruga cree que los episodios de lluvias torrenciales van a producirse con más frecuencias y ve necesario poner en marcha un conjunto de medidas preventivas para evitar un desastre de las mismas dimensiones o mucho mayor en caso de que una DANA pueda causar fallecidos como habría ocurrido si la lluvia del 3 de septiembre hubiera caído a mediodía un día laborable. En tal caso, señaló que se estaría hablando «de un homicidio por negligencia».
Peticiones. Los empresarios resumen sus necesidades en una lista de prioridades que se centran en la limpieza de todos los arroyos y de las infraestructuras relacionadas para minimizar los daños en caso de inundaciones; que el Consorcio evalúe con criterio los daños ocasionados en empresas, negocios y domicilios; y las administraciones lleven a cabo una serie de actuaciones y ampliaciones de las infraestructuras para corregir las deficiencias que han causado este desastre en el Polígono.
En este contexto, los empresarios relataron cómo se produjeron las inundaciones. «Entró una ola tipo tsunami» que arrasó a su paso y José Antonio Vergas, de industrias Duero, entre ellos, cifra sus pérdidas entre tres y cuatro millones de euros. Tanto él como los cinco empresarios que compartieron sus testimonios en la sede de Fedeto, afirmaron la necesidad de que se diseñen nuevas infraestructuras porque no es lógico que «dos tubos de ochenta centímetros de diámetro» en la carretera N-400 encaucen el arroyo, que son insuficientes por una «deficiente urbanización» en su momento que compromete otras zonas, como la que se encuentra entre la vía del tren y el Tajo, incapaz de asumir tal cantidad de agua.
De ahí, que los empresarios tengan claro la responsabilidad de la CHT, de Carreteras, perteneciente al antiguo Ministerio de Fomento, y del Ayuntamiento de Toledo, las tres administraciones que deben ponerse a trabajar para que en caso de DANA el Polígono no se inunde.