No se esperaba otra derrota ya. Y menos con una imagen lejos de la que se debe pedir a un aspirante como el CD Toledo. Con el traje negro y rosa, los de Carlos Gómez salieron escaldados de la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta ante un Atlético Albacete que salió sin complejos, y encontró un gol decisivo. Se desperdició la primera parte, y, tras evolucionar en la segunda, no se acertó con ninguna ocasión. Y tampoco es que fueran claras, claras.
En seis minutos de juego, apenas se pudieron ver balones de un lado a otro, eminentemente aéreos, sin un control claro de nadie. La primera llegada, por decir ago, la tuvo el filial, aunque el centro de Vargas lo mandó a córner Mario Gómez de manera apresurada. El CD Toledo estaba presionando la salida desde atrás, pero, con paciencia, los locales acabaron encontrando espacios, aunque sin inquietar a Yelco Ramos y su defensa.
En el minuto 14, en una acción aislada, el conjunto toledano sorprendió con un centro chut de Angelito que parecía inofensivo pero que se estrelló en la cruceta de la portería de Chema. No quería eso. Casi le sale.
Formación del cuadro toledano en la Ciudad Deportiva Andrés IniestaDespués de una jugada cómica en la que Yelco Ramos no atrapó la pelota dentro del área, Arturo Segudo tuvo que llegar para apagar el fuego. En ese saque de banda, Ramón despejó, pero el esférico le llegó a Adri, que fusiló al portero visitante con un zurdazo certero. Fue el 1-0.
Lejos de reaccionar, los de Carlos Gómez no hallaron manera de llegar en condiciones al área contraria. Encima, recibieron otra ocasión de las que asustan. Marcos no llegó a rematar dentro del área un centro desde la izquierda, pero es que, luego, Vargas pudo haber marcado el segundo en el lado contrario.
Lo extraño es el poco bagaje ofensivo de los verdes (esta vez de negro y rosa), acostumbrados a visitar al portero en muchas ocasiones. El partido lo tenía completamente controlado el Atlético Albacete. De no ser por su candidez en ataque, el marcador podía haber sido muy dramático. Lo intentó y lo intentó, con combinaciones entre los jugadores más talentosos, pero, a falta de diez minutos para el descanso, el Toledo no fue capaz de asustar ni un poquito al portero Chema. Ni a balón parado. Encima, hasta se pidió un posible penalti de Angelito por un conctacto dentro del área. Había mucho que mejorar de cara a la segunda mitad.
Sin resplandecer en exceso, el CD Toledo sí que mejoró sus constantes vitales. Mario Gómez dispuso de una fala directa que detuvo el portero. Pero es que Vargas, en su enésima victoria individual ante el marcaje de Luna, se metió hasta la cocina y chutó frente a Yelco. Repelió el guardameta sin problemas.
A base de disparos lejanos, el equipo de Carlos Gómez fue ganando terreno a un partido que hasta entonces no tenía buena pinta. No se le puede reprochar al entrenador que no quisiera luchar el partido con un triple cambio en el que metió a Oliva, Costa y Manu Gavilán.
En un córner, Mario Gómez tuvo de cabeza la de todos los partidos. Algún día le entrará. Esta frase se actualizó diez minutos después. Venía de un córner forzado por el filial de manera milagrosa. Y es que, Dani Oliva metió un pase desde la derecha que desvió un defensor y que estuvo cerca de meterse después tras un lanzamiento de Angelito. Lo sacaron prácticamente desde la línea.
Abraham y Javi Díez fueron las siguientes armas a meter en el campo. Pero el cuadro visitante estaba ya instalado en la impotencia. Y mira que lo intentó. Manu Gavilán tuvo un mano a mano con Chema. Se lo echó a las manos. Angelito botó una falta al área que nadie cabeceó en condiciones. Y hasta Ramón se animó con su cabeza en un saque de esquina.
Pudo ser peor si Neco no le hubiera echado el balón a Yelco en una acción clarísima. El Toledo estaba ya volcado, pero ni en siete largos minutos de descuento pudo solventar una mañana pésima en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta. Toca recuperarse otra vez en casa.