El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó hoy que hay prepararse para un ataque de Rusia en los próximos años y remarcó que el régimen de Vladímir Putin no puede ganar la guerra en Ucrania.
"El análisis colectivo es que de aquí a algunos años hay que prepararse para que Rusia ataque" a alguno de los países asistentes, aseveró Macron al abrir una conferencia en París para apoyar a Ucrania, en la que participan veintiún jefes de Estado y de Gobierno y ministros de otras cinco naciones.
Además, el presidente francés no descarta el envío de fuerzas militares a Ucrania, aunque ha reconocido que por el momento no hay un consenso en ese sentido.
"Hoy no hay consenso para enviar tropas terrestres, pero en la dinámica no hay que excluir nada", ha apuntado Macron durante su intervención en la Conferencia de Apoyo a Ucrania celebrada en París, según recoge la televisión TF1.
"Haremos todo lo necesario para que Rusia no pueda ganar esta guerra. Y lo digo con toda la humildad que hay que tener cuando nos fijamos en los dos años que acaban de pasar", ha argumentado.
Macron se ha referido a "cinco categorías de acción" en las que los responsables europeos han acordado invertir recursos: "la ciberdefensa, la coproducción de armas y municiones en Ucrania, la defensa de los países amenazados directamente por Rusia y, en particular, Moldavia; la capacidad para apoyar a Ucrania en su frontera con Bielorrusia y en las operaciones de retirada de minas".
En cualquier caso ha destacado que "debemos hacer más" en lo que respecta al envío de recursos militares a Ucrania. "Hay varias opciones sobre la mesa, como la emisión conjunta de deuda" para Ucrania, ha explicado.
"La prioridad de las prioridades es la de las municiones. Estamos decididos a llegar al final de las existencias disponibles", ha asegurado. También ha defendido la importancia de los los misiles y las bombas de medio y largo alcance.
"Según nuestro análisis (...). Rusia continúa la guerra y su conquista territorial, contra Ucrania pero contra todos nosotros en general (...). Estamos convencidos de que la derrota de Rusia es esencial para la seguridad y la estabilidad en Europa", ha remachado.
Hasta la capital francesa se desplazaron en su mayoría dirigentes de países europeos, como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, o el canciller alemán, Olaf Scholz, pero también llegaron representantes desde Estados Unidos y Canadá.
El dirigente francés instó a los aliados de Ucrania a dar un "empujón" en el apoyo a Ucrania, en un momento en el que la ofensiva Rusia se ha endurecido sobre el terreno, y remarcó la "determinación" de Occidente para que Rusia "no se lleve este conflicto".
Pero la postura del régimen de Putin también se ha endurecido a nivel de política interior, recordó Macron, algo "que se ha ilustrado desgraciadamente con la muerte de Alexéi Navalni", el opositor ruso recientemente fallecido en la cárcel.
"Estamos todos de acuerdo en que no queremos entrar en guerra con el pueblo ruso", señaló también Macron, pero recalcó la idea de que hay que "asegurar nuestra seguridad colectiva de hoy y de mañana".
Los desafíos no son solo en el plano militar, sino también en otros planos, como el de la ciberseguridad y el de la información.
Macron felicitó igualmente a Suecia porque podrá entrar en la OTAN después de que el Parlamento de Hungría haya dado este lunes el sí a su ingreso.
Aunque no estuvo presente en persona en París, también intervino en la apertura de la conferencia el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con un mensaje grabado en vídeo en el que agradeció a Macron la celebración de este evento y el apoyo de todos los aliados.
"Juntos hemos salvado ya millones de vidas y juntos debemos asegurar que Putin no puede destruir nuestros logros y que no puede expandir su agresión a otros países", pidió Zelenski.
El objetivo primordial de este foro, que se ha preparado en escasos días tras la visita a París de Zelenski del pasado 16 de febrero y la posterior Conferencia de Seguridad de Múnich, es dar un mensaje de unidad y desmentir que el apoyo a Kiev haya decaído tras dos años de conflicto.