El próximo 21 de marzo a las 22,00 horas COSMO estrena la miniserie El nombre de la rosa, aclamada adaptación de la novela homónima de Umberto Eco. Un espectacular elenco internacional encabezado por John Turturro, Ruppert Everett, Michael Emerson, Damian Hardung y Antonia Fotaras protagoniza este titánico proyecto, grabado en los míticos estudios de Cinecittà, en Roma, por el director italiano Giacomo Battiato.
En 1327 el fraile franciscano inglés Guillermo de Baskerville y su discípulo, el novicio Adso de Melk, acuden a una abadía del norte de Italia donde se dirimirá un cisma ideológico clave dentro del cristianismo. ¿Debe la Iglesia ser pobre imitando el ejemplo de Cristo, como defiende el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, o requiere poder y riqueza para gobernar sobre el mundo occidental, como sostiene la legación papal enviada por Juan XXII. En el trayecto, Adso conocerá a una muchacha que despertará su curiosidad.
La celebración y el éxito de este cónclave se ven amenazados por los secretos de la abadía, donde uno de los monjes, el ilustrador Adelmo de Otranto, muere en extrañas circunstancias. El abad pide a Guillermo que investigue el crimen antes de la reunión, a la que acudirá un viejo rival del franciscano: Bernardo Gui, el sádico inquisidor enviado por el Papa. Para descubrir la verdad, Guillermo y Adso cruzarán las puertas prohibidas de la mayor biblioteca del mundo medieval: un laberinto de trampas, emboscadas y pasadizos aparentemente inaccesibles donde sus vidas, y su cordura, corren peligro.
A lo largo de ocho episodios, El nombre de la rosa sumerge al espectador en esta compleja e inquietante historia, una mezcla de thriller detectivesco al estilo de Sherlock Holmes, drama de época medieval y disertación filosófica. Algunos de los temas absolutamente contemporáneos que aborda esta miniserie son el fundamentalismo como portador de muerte, la riqueza como fuente básica de poder, la religión como instrumento político capaz de crear conflictos, el conocimiento como única llave para alcanzar la libertad o el poder subversivo de la risa.
El escenario principal de El nombre de la rosa es un lugar extraordinario: una abadía en los gélidos Alpes del norte de Italia que funciona como una ciudadela autosuficiente. Rodeada de altos muros, está habitada por 60 monjes y otros tantos sirvientes. Establos, huertos, hospital, carnicería, dormitorio, claustro, cementerio, iglesia y una enorme torre que contiene la mayor biblioteca de la época componen este increíble dominio. William descubrirá que la biblioteca prohibida no sólo alberga miles de libros fantásticos, sino que también esconde enigmas y oculta textos que nadie debe conocer.
La biblioteca es el corazón de la historia: un lugar real, pero también un poderoso símbolo. Aquí se cataloga todo el conocimiento humano y se oculta cierta información. El acceso está restringido y solo Jorge de Burgos y el hermano Malaquías pueden entrar en ella.
Como un personaje más, la biblioteca se protege a sí misma: quien entra en ella puede que no vuelva a salir jamás. Cuando Guillermo y Adso logran convencer al abad de que les permita acceder para investigar el asesinato descubren un laberinto formado por celdas octogonales donde es imposible orientarse. Las muertes se irán sucediendo, complicando aún más la investigación.