La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo tuvo a bien centrar su «posicionamiento, que no ha variado casi desde principios de este siglo», en el debate que ha vuelto a fijarse en «este sector estratégico de la ciudad». Bajo esta premisa, Jesús Carrobles solicitó «serenidad» para un momento en el que no es propicio «ni hacer grandes promesas o propuestas ni buscar culpables» ya que lo adecuado debe ser «el planteamiento de actuaciones para poder salir de esta situación».
Por todo ello, y puesto que «la lógica» llama a «la colaboración de todas las instituciones -porque aunque en Vega Baja existen problemas pero casi todas las intervenciones son reversibles-», el director de la Rabacht presentó un documento elaborado por 25 académicos a modo de «buena hoja de ruta en relación con los informes y estudios» ya realizados y, «en especial, con el elaborado por Icomos que creemos que es bastante acertado».
Esta propuesta se sustenta en doce puntos entre los que cabe destacar «la reunificación en un solo perímetro los cuatro BIC», la redacción de una «documento específico de planeamiento para Vega Baja», o la «inclusión de la unidad de actuación 37 en el área arqueológica delimitada». Por supuesto, también recogen la necesidad de «eliminar la ordenación de 1.300 viviendas» en los terrenos en cuestión, y la «puesta en valor del yacimiento».
Y puesto que «sólo un Plan específico para Vega puede dar una respuesta acorde desde una visión que aúne historia, patrimonio y paisaje» desde una concepción «de unidad y sensibilidad hacia el patrimonio», Carrobles instó a «no cometer los mismos errores» abogando por una línea de acción conjunta que, desde la pedagogía, explique lo que hay y el potencial que posee» porque «años después los valores siguen ahí como elemento a tener en cuenta».
«Estudiar la parcela» del futuro cuartel. En este mismo sentido, y ya que «Vega Baja es un paisaje único e irremplazable que actualmente sigue amenazado», el director de la Real Academia recordó que es importante considerar «Vega Baja no sólo desde un concepto jurídico y sí geográfico» que posee «una amplitud que va más allá de una calle del siglo XX», en clara referencia a la vía que separa el yacimiento como tal de la parcela prometida a la Guardia Civil.
De hecho, y preguntado por esta decisión anunciada por la alcaldes, Jesús Carrobles aseguró que aunque «legalmente no es un yacimiento», es evidente que «si existen restos el problema está ahí porque la legislación en bastante protectora» y «habrá que cumplirla». No obstante, consideró «oportuno el estudio real de esa parcela» para, a continuación, «unificar los distintos yacimientos generando un espacio coherente y lógico».
En este sentido, fijó la importancia de contar con «un modelo de gestión que patrimonio» destinado a «determinar qué ciudad queremos y cuáles son los elementos necesarios a conservar» porque, matizó, «hay muchas maneras de hacerlo» y ellos -la Rabacht- están «dispuestos a convencer de que eso se tiene que valorar».
Preguntado sobre las apetencias mostradas en Peraleda, Carrobles apuntó que «no deja de ser el mismo problema de Vega Baja pero en otro entorno». Esto es, el espacio «arqueologicamente tiene una gran riqueza», tal y como confirmaron «casi al 100% los estudios de Román Gonzálvez», por lo que «si sabemos que está ahí, se tiene que tener en cuenta».
«Sería una mala práctica agotar un yacimiento para solucionar un tema urbanístico»
En respuesta al presidente regional -que apuntó que excavar el yacimiento costaría 26 millones-, Jesús Carrobles aclaró que «no es necesario hacerlo de manera inmediata» por su extensión y sí «por pequeños sectores, de forma más lógica» e incluso «manteniendo algunos restos». Y es que, en su opinión, «sería una mala práctica agotar un yacimiento para solucionar un tema urbanístico» y «una gran excavación dificultaría el tema». No en vano, sentenció, «hay muchas soluciones» y «el mejor yacimiento es el está sin excavar, bien delimitado y protegido».
«No se permiten árboles y sí un edificio de cinco plantas»
Sobre la construcción de los dos bloques en la unidad de actuación de Santa Teresa, el director de la Rabacht apuntó que esta actuación «demuestra que algo no estamos haciendo bien» porque, además, es irreversible. Y puesto que «nos opusimos incluso a la construcción «de los viales que interrumpen la comunicación de la zona con el Circo romano», Jesús Carrobles recordó la «paradoja» de una decisión en la que «no se permitían árboles en el aparcamiento disuasorio para ocultar el efecto de espacio de abandono de coches», y «sí se permitía la construcción de un edificio de cinco alturas enfrente».