A través de un comunicado, la Real Fundación de Toledo, analiza cómo en el último año se han sucedido la realización de diferentes obras y propuestas en el ámbito de la Vega Baja de Toledo, que han servido para recordar a muchos que el futuro de este espacio esencial de la ciudad todavía está en riesgo. Y todo ello, a pesar de haber pasado más de trece años desde la paralización del proyecto urbanístico.
Sin embargo, durante todos estos años y a pesar de tanto esfuerzo, lamentan que poco o nada se ha hecho por solucionar la principal herida urbanística y cultural de la ciudad, que muestra una «evidente incapacidad de gestión». Concluyen que es un espacio en creciente deterioro, «peligrosamente expuesto a intervenciones que van mermando su integridad y a decisiones irreversibles que condicionarán su futuro».
Desde la Real Fundación de Toledo advierten de que esta situación de evidente abandono se ha visto agravada recientemente por la construcción de una serie de bloques de viviendas en un espacio que separa el circo romano del resto de la Vega Baja, independientemente de que se eleven sobre lo que se ha denominado como Santa Teresa II. También, por la construcción de un gran aparcamiento en superficie que condiciona cualquier posibilidad de ordenar la movilidad en el futuro y, sobre todo, por el anuncio de la próxima construcción de un nuevo cuartel para la Guardia Civil en un espacio esencial para la conservación de este conjunto cultural que, una vez más, se ve claramente amenazado.
A todo ello es necesario sumar la propuesta de urbanización de un amplio sector de La Peraleda, que supone la reproducción del problema en otra zona protegida, que es la extensión natural y cultural de la Vega Baja.
Ante este panorama, la Real Fundación de Toledo quiere hacer un llamamiento a las distintas administraciones públicas para que aborden, definitivamente, de una vez por todas, la solución de unos problemas que llevan demasiados años encima de la mesa.
Para conseguirlo desde la Real Fundación de Toledo insisten en dar estos pasos. Proponen establecer una figura legal de protección que unifique y complete las diferentes declaraciones como Bien de Interés Cultural que se superponen en la actualidad sin llegar a proteger el conjunto de valores patrimoniales de la zona.
Ven fundamental elaborar el Plan Especial que requeriría dicha declaración, en el que incluir todas aquellas propuestas que aseguren la correcta gestión del espacio y posibiliten la implantación de los usos dotacionales que requiere la ciudad.
Piden dejar en suspenso «cualquier decisión irreversible» para el futuro de la Vega Baja y el resto de espacios relacionados, hasta la aprobación del planeamiento que se requiere. Plantean recuperar la información arqueológica procedente de las diferentes actuaciones realizadas, sin la cual es imposible restituir y valorar científicamente la evolución histórica del lugar.