La actividad económica está prácticamente paralizada, los centros educativos permanecen cerrados con su programación y trabajo online y el confinamiento en los domicilios es una obligación para la mayoría de los ciudadanos, pero algunos recursos no entienden de pandemias ni aislamiento y siguen necesitando atención. Es el caso de los huertos educativos que algunos colegios e institutos mantienen durante todo el año en sus instalaciones, para los que se ha buscado la mejor salida.
Es el caso del CEIP Bartolomé Nicolau y el IES San Isidro de Talavera, que han realizado entregas de productos de sus huertos al comedor social de Cáritas. Ambos centros, uno que desarrolla contenidos educativos con su significativo huerto escolar, y otro, como formador de técnicos en el sector agropecuario, transforman esta labor educativa hacia una labor social: donar sus productos hortícolas a comedores sociales para que personas desfavorecidas de Talavera, y más en este periodo de alarma, puedan consumir productos frescos.
Por ello, una furgoneta de Cáritas ha recogido productos hortícolas como habas, espinacas, acelgas, escarolas, ajetes y variedades locales de lechugas, productos de la mejor calidad con los que posteriormente se elabora la comida que cada día se entrega en recipientes para llevar a casa.
La actividad no parará aquí, ya que en próximas fechas se continuará con otras entregas. Huertos educativos... y muy solidarios.