El puente de Alcántara, del que existen referencias históricas desde el año 567 y cuyo origen es romano, fue declarado monumento nacional en 1921. Como tal, goza de una especial protección patrimonial que incluye velar por su completa integridad. Decirlo puede parecer una perogrullada, pero tras lo sucedido ayer no está de mal recordarlo. Más cuando se trata del segundo incidente similar que sufre en menos de un año.

Y es que, muchos fueron los toledanos que ayer se llevaron las manos a la cabeza al comprobar como toda la longitud del puente era cortada con radial en el comienzo de las obras de instalación de la nueva iluminación artística del monumento, incumpliendo flagrantemente lo recogido en el pliego de condiciones y las leyes de protección patrimonial.

Según reza el contrato de adjudicación de las obras, «la única actuación que de desarrollará en el puente será la sustitución de las columnas de alumbrado público existentes en la actualidad, así como el nuevo cableado que discurrirá en el interior de las juntas de separación de las losas de granito que forman el pavimento del puente».

Lejos de producirse un tratamiento similar, los operarios de la empresa ‘Casa Álvarez’, adjudicataria de las obras por un total de 232.561 euros, procedieron ayer a cortar con radial las losas de granito en un claro incumplimiento de lo fijado en el contrato y afectando así a la especial protección del monumento.

El cableado debería haberse realizado picando las juntas de separación de las losas de granito, ya que, según se señalaba en el pliego, cuentan con «un grosor superior a los 15 cm y las juntas son muy anchas, de 3-4 cm», lo que permitía canalizar el cableado sin necesidad de proceder a cortar la piedra.

«Teniendo en cuenta la anchura y profundidad de la junta se estima que tiene dimensiones suficientes para alojar dos cables eléctricos y uno de datos, dado que el diámetro cada uno es inferior a 2 cm y no necesitan de separación entre ellos», sentencia el pliego para terminar diciendo que «la apertura y limpieza de las juntas se hará con medios manuales».

Ahora, cuando está a punto de cumplirse un año de la polémica que se generó tras taladrarse el puente para instalar las luces de Navidad, uno de los monumentos más antiguos de la ciudad vuelve a ver su piedra cortada.