CCOO-Industria ha advertido a Aernnova-Illescas que debe frenar los despidos que está ejecutando en las últimas semanas si realmente quiere acordar un pacto social a largo plazo para afrontar la crisis que vive el sector y cuyo final aún no se vislumbra.
En una nota, el sindicato recuerda cómo la dirección de la planta del grupo Aernnova en Illescas emplazó a mediados de octubre al comité de empresa a negociar un acuerdo de paz social durante los próximos cinco años. «Pero las condiciones de partida son inasumibles porque no sólo exigen congelación salarial, sino que además se reservan la posibilidad de ejecutar hasta 80 despidos a partir de enero del año que viene», indica Ángel Mora, secretario general de CCOO-Industria en Toledo.
«Ante nuestra negativa a firmar un cheque en blanco, sin ni siquiera garantías de empleo para toda la plantilla, la empresa ejecutó cinco despidos el miércoles día 3 de noviembre; y otros tres despidos más una semana después, tras una nueva reunión en la que la dirección de la empresa rechazó todas las propuesta que planteamos desde el comité y volvió a reclamarnos lo mismo: manos libres para despedir, llegado el caso, a las ochenta personas que nos dicen que sobran en Illescas; y ni hablar de mejoras salariales ni laborales», indica por su parte David Caballero, presidente del comité de empresa.
«Así es imposible negociar nada. Al contrario, se nos aboca a la confrontación. Ni el comité ni la plantilla pueden aceptar esta manera de actuar», advierte Caballero. «O frenan los despidos y se abren a negociar sin imposiciones inasumibles o tendremos que ir a la movilización».
«Todos entendemos que el sector aeronáutico está en crisis, y nadie sabe cuánto va a durar. La cuestión es cómo vamos a salir de esta. El comité de Empresa propone utilizar los ERTES hasta que sea posible, salvaguardando todos los puestos de trabajo; mientras que la dirección de Aernnova se reserva la opción de ejecutar un ERE para 80 personas, más de la cuarta parte de la plantilla que ahora son 307», indica Mora, quien explica que, antes del inicio de la pandemia, eran muchas más, cerca de 420; pero la empresa no ha renovado ninguno de los contratos temporales de forma que todos los que quedan en la actualidad son indefinidos.
Aernnova-Illescas también exige a la plantilla que acepte mantener congelados los salarios hasta 2025, exigencia que se suma a la no renegociación del ‘Pacto de Articulación’ firmado en 2016 con vigencia hasta el final de 2019, y que cuya renovación se ha quedado en agua de borrajas debido a la pandemia. En la cuestión salarial, el comité subraya que sus peticiones «apenas suponen 60.000 euros por año para toda la plantilla, cifra muy modesta y muy inferior a lo que ha destinado la empresa a los ocho despidos de las últimas semanas».
«Tras cerrar los últimos ejercicios con beneficios millonarios, Aernnova tiene reservas y músculo financiero de sobra para garantizar el empleo en la planta de Illescas; que, por costes laborales, por infraestructura y por tecnología, es una de las factorías más competitivas del grupo Aernnova y de todo el sector», subraya Mora.
«Compartimos con Aernnova que alcanzar un pacto laboral para superar la crisis que sufre el sector no solo es deseable, sino que es necesario. Y creemos que, además, es posible. Pero la empresa debe, primero, dejar de atemorizar a la plantilla y de presionar a los representantes de los trabajadores despidiendo personal en pleno ERTE y con las negociaciones en marcha. Y, después, debe asumir compromisos por su parte, garantizar el mantenimiento del empleo y buena voluntad en la renegociación de las condiciones de los ERTE. Aernnova no puede exigir al comité de empresa un acuerdo incondicional; un cheque en blanco».