Castilla-La Mancha es la región que más ha crecido en exportaciones en los últimos 20 años. El peso de la internacionalización en el PIB regional ha pasado del 8% en el año 2000 al 18% en el año 2019. Así se desprende del estudio ‘45 años de evolución económica social y empresarial de las comunidades autónomas en España (1975-2020)’, elaborado por la Cámara de Comercio de España junto al Consejo de Economistas, y que fue presentado este martes por sus respectivos presidentes, José Luis Bonet, y Valentín Pich.
En la región destaca el importante crecimiento que han tenido las exportaciones en este periodo, especialmente desde el año 2000, año en el que el peso de la internacionalización en el PIB regional era del 8%, y en 2019 es ya del 18%. Un «cambio importantísimo» subrayó Salvador Marín, responsable del estudio, que ha permitido «paliar las épocas de dificultades económicas en momentos de crisis». Así, el sector exterior ha sido una «tabla de salvación» en periodos de crisis, y en el que nuestra región ha tenido «una trayectoria bastante destacable».
En cuanto a la evolución del volumen exportador, las regiones que experimentaron un crecimiento mayor entre 1995 y 2019 fueron Castilla-La Mancha con un 8,2% de tasa media anual acumulada (TMAA), Galicia (7,7% TMAA) y Murcia (7,6% TMAA).
Bonet destacó el decisivo papel desempeñado por las empresas en esta trayectoria desde 1975. «El tejido empresarial se ha afianzado como la base de la actividad económica del país, la principal fuente de empleo, la garantía de la cohesión territorial y el sustento más importante del estado del bienestar y del sector público», dijo.
Castilla-La Mancha es también de las regiones que ha incrementado su población en estos 45 un años, un 20 por ciento, aunque también ha incrementado su franja de edad por encima de los 65 años, que estaba por debajo del 10% y ahora está en el 15%.
PIB. El PIB regional mantuvo un crecimiento anual medio del 2,38%, pasando de los 14.388 millones de euros de 1975 a los 40.569 millones en 2019.
El informe también detalla la evolución de la deuda autonómica con respecto al PIB, que ha pasado del 2,55% en 1994, ocupando el puesto número 17, a ser del 35,10% en 2019, escalando hasta el segundo puesto.
No obstante, «quedan cuestiones por resolver con respecto al sistema de organización territorial, como el relativo al sistema de financiación –sobre el que los partidos políticos deberían definirse de una vez por todas–. Ahora el debate hay que centrarlo necesariamente en salir de la crisis y, para ello, todas las Administraciones habrán de seguir remando en la misma dirección con una actitud franca, transparente y cooperativa», concluyó Valentín Pich.