Los vecinos piden un nuevo sistema de participación

J. Monroy
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Aceptan a regañadientes para este año los 100.000 euros por distrito, pero quieren empezar a trabajar en nuevo Reglamento de consenso con todos los grupos

Los vecinos piden un nuevo sistema de participación - Foto: ï»David Pérez

El Ayuntamiento de Toledo va a repartir entre los cinco distritos de la ciudad para su inversión medio millón de euros, a razón de 100.000 para cada uno. Así se lo ha explicado el edil de Participación Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, a las asociaciones de vecinos, a las que además ha pedido que preparen sus propuestas de inversión de cara a consejos de participación semipresenciales el próximo mes de mayo, donde se deben aprobar los proyectos tras la valoración de los técnicos.

La propuesta no ha convencido del todo a las asociaciones, que se han reunido esta semana en el seno de la Federación El Ciudadano y han detectado una serie de carencias. Aunque este año van a tener que asumirla. Al margen de ver si se podrán desarrollar los consejos en mayo, observan que hay muy poco dinero para toda la ciudad; hay distritos con muchos barrios, a los que apenas les tocará inversión; y queda por definirse qué actuaciones hay que decidir con este poco dinero en los distritos y cuáles debe abordar el Ayuntamiento, aunque sea a petición vecinal. Este año, explica Tomás Ruiz, presidente de la Federación, ya es tarde para establecer nuevos modelos de participación y reparto, «y optamos por que la mejor solución sería priorizar las inversiones dentro de los distritos, lamentando que la cantidad sea tan nimia y que el reparto lineal no resulte del todo justo entre lo heterogéneo de todos los distritos». Eso sí, apunta, «este presupuesto no agota las necesidades del distrito, que tienen que ser cubiertas por el presupuesto municipal, evidentemente; esta partida solo deja un poco más en manos de la participación el destino final de las pequeñas inversiones que vean necesarias los participantes del consejo».

A partir de ahí, y de cara a años venideros, la Federación trabajará en la búsqueda de una voluntad política para unos verdaderos presupuestos abiertos a la ciudadanía, pero con unas reglas claras y entendibles, que faciliten el debate y controlen los sesgos de quienes mejor manejan las técnicas. La idea de los vecinos es trabajar con el Ayuntamiento en partidas fijas del dinero destinado a inversiones que puedan ser distribuidas entre los consejos para que se tomen decisiones de forma participativa y abierta tomen decisiones.

La pandemia ha ralentizado la esperada reforma del Reglamento de los Consejos de Distrito. Al terminar la anterior legislatura ya se apuntaron situaciones a mejorar para que los consejos sean eficaces, ejecutivos y operativos. Para hacerlo posible, considera Ruiz, será necesario un consenso con todas las fuerzas políticas y asociaciones vecinales, así que será un proceso largo, al que no se podía esperar este año. La idea vecinal es hablar de esta modificación con los distintos grupos políticos municipales, no solo con el equipo de Gobierno, que antes o después terminará cambiando. De forma que las asociaciones pretenden «consensuar las modificaciones que podamos hacer en este reglamento, para que sea lo más permanente posible».

El Ayuntamiento tiene que dar desarrollar el Reglamento de Participación y transferir competencias a los distritos, y que lo que allí se vote sea vinculante. Además, los distritos han de conocer las actuaciones en el ejercicio presupuestario de las distintas concejalías, para no duplicar. Los vecinos, concluye Ruiz, están escarmentados de otras experiencias que también iban a servir para descentralizar presupuestos, pero al final no se pusieron sobre la mesa para decidir realmente el destino del dinero. También se ha criticado mucho el anterior modelo de Presupuestos Participativos, porque se obviaba el debate y la participación de la sociedad organizada, con un método confuso y telemático, que hizo que la participación no fuera muy elevada y hubiera riesgo de sesgos.

Polígono

José Luis Calvo, representante de la Asociación de Vecinos El Tajo, hace suyas las dudas sobre la propuesta municipal. Queda por ver, finalmente, cómo se da entrada al resto de vecinos que no pertenecen a la asociaciones. Estas no quieren volver a los antiguos Presupuestos Participativos, «que se ha demostrado que si alguien sabe cómo manejarlos, con muy pocos votos, puede sacar adelante una propuesta y hundir el resto», sino que todas las propuestas se discutan en el consejo, y que sea este el que decida de forma ejecutiva, «porque si no, la participación va a quedar igual que antes».

Al levantar la regla de gasto, recuerda el representante vecinal, este año el Ayuntamiento tiene más dinero a su disposición, y tendrá que ver en qué se lo gasta. El Tajo va a llevar entre sus propuestas la dotación de internet a los más necesitados, como se está haciendo en algunos municipios de Madrid. «Según como va ahora el curso escolar, parece imprescindible», apunta Calvo.

Distrito Centro

Desde La Voz del Barrio, apunta Paco Arce, están disconformes con que se haga un reparto lineal entre todos los distritos;  no es lo mismo un distrito con un barrio, como Santa Bárbara o Polígono, como el Centro, donde están Palomarejos, San Antón, Santa Teresa y San Pedro. También hay diferencias de número de habitantes. Su propuesta es que la distribución tenga que ver con el número de barrios, habitantes y extensión, tal y como recoge la propuesta vecinal de modificación de la Ordenanza. Tampoco está de acuerdo La Voz del Barrio «con esa exigua partida presupuestaria, que es solo para el funcionamiento de los distritos y las propuestas que se hagan para obras e inversiones, muy poco». «Así que lo que están cacareando el equipo de Gobierno y la alcaldesa, diciendo que son los mayores presupuestos de la historia nosotros no lo vemos por ninguna parte», apunta Arce. En definitiva, «si tienes un presupuesto bajo, si las votaciones no son vinculantes y no hay transferencias a los distritos que se puedan votar o sirvan para descentralizar, no sirven para nada».

Se da la circunstancia, finaliza Arce, que Palomarejos vuelve a tener cero euros de inversión prevista, todo ello, en un barrio muy envejecido del que se va el hospital y se irá en su día la Guardia Civil, y que tiene importantes carencias, como el estado de la avenida de Barber, y necesidades, como la ludoteca, desaparecida con la anterior crisis y que no se ha repuesto. «Estamos totalmente descontentos», concluye.

Distrito Norte

Cien mil euros a repartir entre Buenavista, La Legua, Valparaíso y resto de urbanizaciones del Distrito Norte, suponen para José Luis Gómez, presidente de La Ronda, muy poco dinero. Todos los barrios se querrán ver representados con una inversión, aunque sea muy pequeña, de forma que quizás se tengan que conformar con 15.000 euros. En definitiva, apunta Gómez, «son unos presupuestos totalmente insuficientes, vamos para atrás, porque anteriormente todos los años había habido más dinero para los consejos o los Presupuestos Participativos». Llega en un año en el que en teoría iba a haber unos presupuestos expansivos «y resulta que hemos bajado en las cuantías».

Santa Bárbara

La Asociación de Vecinos Alcántara en Santa Bárbara ya ha comenzado a trabajar y ha colgado en su grupo vecinal de Facebook una encuesta para ver qué inversiones prefieren los vecinos. Curiosamente, la más votada no la ha puesto la Asociación, sino otros vecinos, el carril bici entre el barrio y el Polígono. El problema en este caso, apunta su presidente, José María Jiménez, es que el carril es una inversión que, por un lado, está ya aprobada por parte del Ayuntamiento (lo lleva el PSOE en su programa y la propia Tolón se comprometió con ella para esta legislatura en la inauguración de las obras de bulevar). Además, no solo no se podría ejecutar con los 100.000 euros del distrito, sino que dejaría a otras necesidades sin dinero.

Una de las cuestiones que para Jiménez puede ser más importante es la señalización de los pasos de cebra del barrio. También ha puesto sobre la mesa el arreglo de las zonas infantiles y la canina del barrio o de la pista multiusos del parque de Don Vicente. La Asociación tendrá abierta la encuesta hasta el mes de abril, con el objetivo de poder llevar los resultados al Consejo de Participación del próximo mayo, donde se aprobarían las propuestas más votadas. Quizás habrá que explicar allí, apunta Jiménez, que el carril bici se escapa a las competencias del distrito.

Casco histórico

Iniciativa Ciudadana valora que «estos presupuestos participativos por distritos están tutelados por un Gobierno local, que prefiere discretas entrevistas con las asociaciones de vecinos en los despachos, antes que convocar los públicos consejos de participación ciudadana con luz y taquígrafos». Hay que tener en cuenta que llegan tras una legislatura en la que el Ayuntamiento se negó a instalar hasta una fuente en Zocodover. De ahí que Hilario Alarcón avise de que «en nuestra asociación existe el convencimiento que, para el Casco histórico todo acuerdo vecinal sobre el destino del dinero público municipal asignado al distrito solo se ejecuta si no dificulta o entorpece los intereses económicos y las prioridades políticas del Gobierno local para el Casco histórico, del que sigue manteniendo una visión y gestión más como negocio turístico que como barrio con vecinos».

Alarcón explica que la lección de la pandemia es que «la única vida fiel y vinculada al barrio durante la pandemia, que es la vecinal residente». Sin embargo entiende que el Gobierno local no ha aceptado esta lección, dado que «parece que ha optado por la huida hacia adelante como solución, y eso se demuestra con los presupuestos».En plena pandemia, una de sus primeras decisiones es asignar 350.000 a renovar la iluminación turística de San Juan de los Reyes.