El futuro del Circo Romano de Toledo y su necesaria revalorización vuelven a estar en debate por las posibilidades que pueden plantearse y por el reciente apunte del director de la Escuela de Arquitectura, Juan Ignacio Mera, al proponer la reconstrucción parcial de este Bien de Interés Cultural (BIC), uno de los circos más importantes de la Península, como punto de partida para ponerlo en valor. El planteamiento está generando cierta controversia, sobre todo, entre los arqueólogos, porque este tipo de actuaciones no se practican y cuentan con un fuerte rechazo de los expertos desde hace años.
En este caso, la decana de la Facultad de Humanidades de Toledo y directora del grupo de investigación de arqueología romana ARCYT, Rebeca Rubio, apuesta por la recreación virtual que permite construir mediante distintas herramientas tecnológicas este gran edificio romano del que disfruta Toledo, que ha permanecido en el olvido muchos años a pesar de su incalculable valor patrimonial. El Grupo ARCYT (Arqueología Romana de la Ciudad y el Territorio ) lleva tiempo trabajando con el Ayuntamiento para poner en marcha la primera fase de un proyecto de revalorización que pretende materializarse a lo largo del año.
La iniciativa ya estaría en marcha si no fuera porque el Parque Escolar permanece cerrado por seguridad tras la gran nevada que cayó en enero y afectó con intensidad a la masa arbórea. A pesar de que no se puede establecer una fecha, el proyecto está muy encarrilado y ofrecerá la posibilidad de que el público observe a través de su dispositivo móvil una recreación a 360 grados del hemiciclo. Además, se acompañará de paneles y de infografías que aportarán información suficiente para conocer más a fondo estos restos romanos que no se encuentran en los tradicionales circuitos turísticos de la ciudad y necesitan un empuje para mejorar su difusión y hallar lo antes posible su sitio dentro del amplio catálogo patrimonial de Toledo.
Rubio explica que el proyecto se irá ampliando con nuevas fases centradas en otras áreas del circo una vez que se materialice la primera. En este sentido, el grupo de investigación, que lleva años trabajando en torno a este monumento, tiene claro desde hace tiempo que la reconstrucción basada en herramientas tecnológicas es una alternativa moderna y asumible, que permite al mismo tiempo preservar y proteger el circo y ofrece la posibilidad de reconstruirlo sin plantear una actuación física como tal, puesto que este tipo de propuestas «no son acordes con la legislación sobre patrimonio a nivel nacional y regional ni con su nivel de protección como BIC.
En este caso, la decana de la Facultad de Humanidades entiende que un bien patrimonial como el de Toledo, «uno de los más importantes y mejor conservados» invita a ser muy prudentes a la hora de plantear una revalorización y una mejora en su conservación.
En relación al planteamiento de la reconstrucción parcial de un monumento, considera que se trata de una práctica superada, rechazada en el ámbito arqueológico desde hace tiempo, que contraviene las directrices del Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), una organización internacional ligada a la Unesco, las cartas internacionales de gestión del patrimonio, como la de Lausana de 1990, y otros convenios internacionales más recientes que dejan claro que lo adecuado es «preservar la autenticidad de los restos».
algunos casos. La reconstrucción del Circo Romano no es un planteamiento novedoso y en algunos otros edificios romanos se han ejecutado actuaciones desde hace años que han invitado a la polémica, como ocurrió con el teatro romano de Sagunto, que tras su restauración, una llamativa reconstrucción basada en la recreación del edificio, el Supremo ordenó la devolución a su estado original. También el reciente proyecto del gobierno italiano para reconstruir la arena del Coliseo está generando controversia pese a que la intervención promete ser una estructura reversible y no invasiva, pero los arqueólogos han abierto el debate sobre el límite de las recreaciones.
En el caso de Toledo, Rubio añade que reconstruir el Circo Romano supondría un gran «impacto visual por la altura del graderío» y resalta la importancia de concienciar «sobre el respeto que merece un bien patrimonial tan excepcional».
La petición.«El Circo Romano está en condiciones muy mejorables». Así lo apunta la directora del grupo de investigación ARCYT, y considera que el Ayuntamiento, como titular de este edificio romano, tiene que destinar recursos para abordar una actuación de mejora, de consolidación y conservación de los restos lo antes posible.
Estas actuaciones partirían como una buena base para profundizar en la revalorización de un monumento tan valorado a nivel patrimonial que sigue siendo el gran olvidado de la ciudad a pesar de que mantiene un importante nivel de protección al ser un Bien de Interés Cultural que se localiza en Vega Baja, una zona que también goza de protección y que dispondrá a medio plazo de un plan especial que determinará su futuro.
«En mi opinión, creo que habría que realizar un replanteamiento de los BIC y buscar alternativas para su revalorización», explica Rebeca Rubio. El debate está encima de la mesa, pero la solución la tienen que poner las administraciones y, en este caso, la Consejería de Cultura tiene un papel muy importante.
Además, los investigadores apuestan por un mayor esfuerzo en la difusión del patrimonio para que algunos monumentos, como el Circo Romano, se consoliden en los circuitos turísticos.