«El libro Arqueomanía: Historias de la arqueología (Almuzara, 2019) tiene entre sus objetivos destacar el gran nivel de la arqueología española, muchos de cuyos profesionales están a la altura de equipos internacionales. Muchas veces, con una diferencia de fondos importante. Y no me refiero solamente a los grandes referentes, como Atapuerca. Creo que el nivel profesional de nuestros arqueólogos debe darse a conocer». Manuel Navarro, productor del programa Arqueomanía, que se edita desde hace seis temporadas en TVE, destacó en el Museo de Santa Cruz el interés que el estudio del pasado puede suscitar entre los espectadores de televisión a base de esfuerzo, constancia y compromiso con una divulgación de calidad. También el exministro Manuel Pimentel, coautor del libro que ayer era presentado en Toledo, coincidió en destacar la arqueología como «venero permanente de historias», a veces -como sucedió con los tres grandes tesoros arqueológicos encontrados en la Península Ibérica, el de Villena, el de El Carambolo y el toledano de Guarrazar- descubiertos por pura casualidad. Pimentel, que es editor de Almuzara y ayer dedicó una parte del día a conocer algunos referentes de la arqueología toledana, como las Cuevas de Hércules y la mezquita de Tornerías, avanzó por cierto que su firma dedicará uno de sus próximos trabajos al yacimiento de Guarrazar, que excava en Guadamur el arqueólogo Juan Manuel Rojas. Almuzara fue también la editora de El enigma de la Espada de san Pablo, del periodista e investigador Francisco Rodríguez de Gaspar.
La presentación de Arqueomanía: Historias de la arqueología estuvo presidida, en representación del director del Museo de Santa Cruz, Fernando Luis Fontes, por Rafael García Serrano, actual presidente de la asociación de amigos y exdirector del centro. Este lamentó que el Museo de Santa Cruz no disponga de un salón de actos a la medida de este tipo de eventos -antes se desarrollaban en la iglesia del convento de Santa Fe- y expresó su satisfacción por que en el antiguo hospital se vuelva a hablar de arqueología, ya que «la Sección arqueológica del Museo -que antes tampoco es que estuviera en las mejores condiciones- lleva años cerrada, y con pocos visos de que el problema se vaya a solucionar a corto o medio plazo». El productor de Arqueomanía, consciente de la importancia de unas colecciones que la Junta mantiene en condiciones muy distintas a las deseables, recordó por su parte que una de las primeras localizaciones españolas a las que acudió el equipo del programa, allá por su primera temporada, fue el museo toledano.
Asistieron a la presentación del libro arqueólogos toledanos como Juan Manuel Rojas y Arturo Ruiz Taboada, así como representantes y miembros de colectivos culturales tales como la Asociación Urbs Regia -tanto Manuel Navarro como Manuel Pimentel destacaron la labor de su presidenta, Pilar Tormo-, la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, la Real Fundación o la reciente plataforma Toledo. Sociedad, Patrimonio y Cultura. También estuvieron presentes el editor Antonio Pareja y el profesor y divulgador Felipe Vidales del Castillo.
Como suele ser habitual salvo raras excepciones, la presentación del libro no contó con representantes de las administraciones públicas ni del mundo de la empresa -por mucho que una sola emisión del programa Arqueomanía permita trasladar el pasado de Toledo al interior de miles de hogares españoles-, siempre proclives a participar en otro tipo de eventos.