Dentro de las actividades programadas con motivo del Día de Toledo en Fitur, el Ayuntamiento de Esquivias presentó ayer las Jornadas Cervantinas, con el nuevo lema «Esquivias, esencia del Quijote».
Las Jornadas Cervantinas, declaradas Fiestas de Interés Turístico Regional en 2015, conmemoran el aniversario de la boda de Miguel de Cervantes y Catalina de Salazar, que tuvo lugar en la localidad el 12 de diciembre de 1584.
En 2019, esta celebración ha cumplido cuarenta años de historia y se ha convertido en un referente dentro del conjunto de ciudades cervantinas, como destacó la alcaldesa, Almudena González, que presentó el nuevo vídeo promocional de las jornadas, acompañada por la concejala de Turismo, Elena Fernández de Velasco.
La principal novedad para este año 2020 es el estreno en Esquivias, y en Castilla-La Mancha, de la obra teatral ‘El juego de la oca’, del afamado cervantista José Manuel Lucía Megías, que tendrá lugar en el mes de abril durante los actos para la celebración de la Lectura Universal del Quijote, que se lleva a cabo cada año con motivo del Día Internacional del Libro y en la que una treintena de embajadores nos permiten escuchar la obra cumbre del príncipe de los ingenios en sus lenguas maternas.
La obra, basada en la trilogía de ensayos del mismo autor, presenta a Cervantes en cuatro lugares que representan cuatro momentos esenciales de su vida: Valladolid, el lugar de la cotidianidad; Esquivias, el espacio del amor; Madrid, la sede de la corte y las decisiones políticas y Sevilla, como escenario de creación literaria.
Para finalizar, los asistentes han disfrutado de un fragmento de la obra teatral ‘Los Desposorios’, interpretado por vecinos de la localidad. El director de la obra y de las visitas teatralizadas, Oliver Romero, también ha intervenido en esta presentación. La escenificación de los desposorios es el acto central de las Jornadas Cervantinas, en el que todo el municipio engalanado se convierte en un escenario teatral, con escenas itinerantes, y se traslada al siglo XVI. Más de 120 personas de la localidad de todas las edades forman parte del cortejo nupcial, ataviadas con el vestuario de la época. Entre ellos destacan algunos personales que estuvieron presentes en la boda de Miguel de Cervantes con la hidalga esquiviana.