Palmo a palmo de los defectos entre Vía Tarpeya y Río Tajo

Justo Monroy
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'El Sangre' revoluciona las redes sociales de la ciudad con su detallada descripción de los muchos defectos en parcelas, zonas verdes e instalaciones deportivas del Polígono

Peatonal Julián Besteiro, junto al instituto Alfonso X. - Foto: David Pérez

Una de las iniciativas más interesantes y con más respuestas que se está viviendo en las redes sociales de la ciudad durante las últimas semanas ha sido la que ha iniciado José Manuel Duarte, conocido en el Polígono como ‘el Sangre’. El Sangre es un conocido representante vecinal y activista político del barrio. Llegó a presidir, por responsabilidad, la Asociación de Vecinos El Tajo cuando no había nadie que lo hiciera. Su última iniciativa consiste en una serie de reportajes gráficos del estado de varios espacios del barrio entre vía Tarpeya y avenida del Tajo, entre Ventalomar y el nuevo hospital, en los que señala los muchos defectos urbanísticos que todavía existen allí, y pone sobre la mesa algunas originales soluciones. Las publica primero en su propio muro, y después en grupos como Demandas Vecinales de Toledo. En ambos lados, cada propuesta tiene bastantes respuestas y adhesiones. También remite las demandas a la Asociación de Vecinos El Tajo, a Unidos Podemos y cuantos concejales del Ayuntamiento, sean del grupo que sean se lo pidan, «para que hagan lo que les dé la gana con ellas».

La iniciativa parte del hartazgo de Duarte, después de participar en cuantas comisiones y mesas de trabajo vecinales puede y ver que, a la postre, no están dando resultados. En el Polígono, se lamenta, parece que últimamente solo se habla de amianto, cuando sigue habiendo múltiples carencias urbanísticas y necesidades en el barrio, y tras ver «la revolica que se ha montado por cuarenta y ocho árboles en Safont, cuando he estado echando un cálculo en el Polígono, y de los que se plantaron, faltan más de mil». Así que ha comenzado una sistemática inspección, parcela a parcela, desde el Barrio Avanzado a Guadarrama primero, para después irse al hospital, y comenzar estos días entre Guadarrama y Estenilla. Recoge demandas sobre peatonales, árboles o destrozos, además de la situación de estas parcelas. El Sangre apunta que no es la primera vez que desarrolla este trabajo. Ya es la tercera. La primera vez, fue, el informe fue sobre el amianto. Y después, junto a Agustín Madrid, hizo otro informe calle a calle, aunque sin fotos. Ambas fueron para la Asociación de Vecinos.

Así que, en vista de las quejas que hay en las redes cada vez que ocurre algo en Safont o la Reconquista, Duarte ha decidido hacer esta nueva radiografía, esta vez pública, del Polígono.

El primer capítulo trató «sobre la abandonada y destrozada zona sobre la que estuvieron ubicadas las famosas 48 Viviendas Sociales que tuvieron que ser derruidas». Recuerda el vecino que tanto la Junta como el Ayuntamiento se comprometieron a reurbanizar este espacio y dignificarlo. Pero mientras que aquí no han cumplido, «se están urbanizando e intentando construir en zonas de dudosa legalidad en Toledo, háblese de Peraleda y Vega Baja». El Sangre lanza una propuesta al aire, «en este espacio cabe el cuartel de la Guardia Civil y tiene buenos accesos». Las fotografías muestran escaleras hechas arenilla, mucha suciedad y carencias en la urbanización de la que en la Junta de Distrito se denominó «la peor zona del Polígono».

No muy lejos, hay otro espacio para que dé vergüenza a Toledo. Se trata de la peatonal Profesor Julian Besteiro, en la zona trasera del IES Alfonso X. Perdonar si me equivoco en el nombre de alguna, es porque el Ayuntamiento no ha tenido tiempo de poner los nombres, o porque no hay talleres de cerámica en la provincia para que hagan las placas. Como denuncia el representante vecinal, para empezar, existe una zona, entre la cabecera del autobús y ‘la Casa de la Pradera’, que los vecinos llevan esperando 45 años que se urbanice. Pero es que la zona urbanizada está totalmente intransitable, levantada por las raíces de los árboles, cuando no con ausencia de baldosas.

El recorrido pormenorizado llega a la calle Río Guadiana, al nuevo Hospital Universitario,» una maravilla de la arquitectura y la ingeniería civil». Pero «para que esta obra este completa y con arreglo a los tiempos actuales y los que se nos avecinan, demando de la Junta y del Ayuntamiento, que en la parcela al oeste del hospital y perteneciente a este complejo, se instale un huerto solar, capaz de suministrar energía eléctrica al complejo hospitalario, y ademas a las consejerías y edificios públicos de la quinta fase del Polígono Residencial». La propuesta tiene multitud de adhesiones.

Instalaciones deportivas. Otras cuestiones que Duarte ha denunciado es el mantenimiento de las instalaciones del campo de fútbol en Valdemarías. «De las instalaciones deportivas, es la más limpia, aun así sigue manteniendo el vallado ilegal y la parcela y los alrededores sucios y los arboles y vegetación descuidados», apunta.

Muy cerca está el velódromo, «que costó hace mas de veinte años 42 millones de pesetas». Denuncia que «como fue una obra que no hacia falta se dejo abandonado, después se utilizo como campo de tiro con arco, y últimamente como pistas de tenis». Sin embargo, los exteriores están totalmente llenos de basura, con tramos con cipreses que sobrevinieron al abandono.

La demanda de mantenimiento, limpieza y dignificaron se repite en el exterior de pabellón y piscina de verano, un espacio con mucha suciedad, bancos arrancados, árboles deteriorados, cuando no ausentes y una «valla conejera» como protección de la piscina.

Finalmente, Duarte aborda el estado de la parcela donde se ubican las pistas de atletismo y tiro con arco. Ya en su día denunció el abandono de los árboles, «que por desgracia se han secado y los están talando». Ahora el Sangre demanda que se limpie la parcela, se desbroce para evitar incendios y se planifique con una siembra de arboles con mantenimiento previsto antes de plantarlos, ademas de urbanizarla con arreglo a las necesidades deportivas del Barrio. Porque sus fotografías son alarmantes, tanto por la basura, como por la extensa broza.

Parterres y parques. Las críticas abordan también las muchas carencias en parques o espacios que en principio parecen destinados a zonas vedes, desde Boladiez, a Vía Tarpeya, o los alrededores de lo colegios Alberto Sánchez y Ciudad de Toledo. No podía faltar el parque más emblemático del Polígono, el de la Luz. Recuerda Duarte que se le puso este nombre, porque tenia luces entre las plantas, en la fuente y en las cascadas de agua que bajaban por las escalinatas, y además se colocaron cuatro torres que según el proyecto deberían tener unos reflectores que formarían una pirámide el cielo que seria visible desde Madrid. Se inauguró con unos láser alquilados que se veían desde Azucaica. Estuvo proyectado por el desaparecido Guillermo Santacruz, arquitecto municipal, con sumo cariño, pues afirmó entonces que su ilusión era hacer un parque que representara las Tres Culturas. En las fotografías de Duarte se ven el abandono de cascadas y fuente, las muchas carencias del jardín, con tocones sin sacar y hasta un acceso peatonal, totalmente inaccesible. Eso, por no hablar de hojas secas y de las torres de la luz, abandonadas y comidas por el óxido.

Hablando de parterres, Duarte denuncia el estado del situado entre Cascajoso y Boladiez, porque «35 años lleva esperando este parterre un adecentamiento, aunque se han hecho algunas pequeñas actuaciones, no rematan la faena».

¿Y qué pasa con Valdehuesa? «Esta calle es de las mas nuevas del Polígono, se construyó, se arboló se abandonó, y en espera para volver a repoblar y volver a abandonar», apunta sobre una calle con múltiples árboles perdidos y un talud, presunta zona verde, totalmente abandonado.

Ni la propia calle Alberche se libra del abandono. Duarte examina el entorno de la Casa de la Cultura, con zonas vedes muy deterioradas y un espacio lleno de pintadas. Y la zona de aparcamientos del centro de salud del Polígono está igualmente llena de broza y con árboles secos, por lo que «demandamos del Ayuntamiento, que demande a quien proceda para que esta zona quede en las condiciones que este barrio se merece».

Muy crítica parece también, a tenor de las fotografías de Duarte, la zona ubicado detrás del Restaurante la Pumarada, junto a calle Alberche. Se trata de Cañamares, un espacio con el firme totalmente levantado y los espacios verdes deteriorados, «como estamos viendo, una joya», apunta el Sangre.