Estar en los Goya es ya de por sí una proeza, por la calidad y la cantidad de trabajos presentados. Estarlo por segunda vez consecutiva es «indescriptible». Así de feliz se mostraba ayer el compositor y músico toledano Alberto Torres, que ha logrado garantizar su presencia en la próxima gala por antonomasia del cine español poniendo banda sonora al corto de ficción 'La entrega'.
Torres repite por segundo año en los Goya, tras poner música a 'Mama', del director Pablo de la Chica, ganadora el pasado año de una estauilla en la categoría de mejor cortometraje documental.
«Estoy muy feliz por lograr por segundo año consecutivo estar en una nominación, pero estoy más feliz si cabe porque me pilla trabajando en mi cuarto largometraje del año y en una serie para HBO que se estrena la semana que viene», afirma para La Tribuna el compositor, que ayer celebró la nominación junto a todo el equipo de 'La entrega'.
Con todo, la alegría no era plena, ya que Alberto Torres también estaba en el equipo de otro corto de ficción que finalmente se ha quedado sin estar entre los nominados. Se trata de '36', de Ana Lambarri, que también contaba con banda sonora de Alberto Torres.
«Es un poco agridulce porque otro equipo se ha quedado fuera, pero este año hay mucho nivel en ficción y no era fácil entrar», afirma el toledano.
Sobre las posibilidades de éxito en la próxima gala, Torres es prudente. «Pase lo que pase ya es un premio, y tiene que servir para poner en valor el trabajo que estamos haciendo, como profesionales y como amigos», destaca.
La edición número 37 de los premios Goya se celebrarán en Sevilla el 11 de febrero, y allí estará el toledano. 'La entrega', escrito por el guionista Fran Carballal y dirigido por Pedro Díaz, ha sido nominado al mejor corto de ficción en los Premios Goya.
Se trata, según la crítica especializada, de uno de los cortometrajes del año, y la mejor prueba de ello es que no para de conseguir selecciones y premios cada mes.
Esta historia, protagonizada por Ramón Barea ('Cinco lobitos', 'El Negociador') acumula 15 galardones y narra la historia de Armando, un hombre de 80 años y difícil carácter que vive confinado en su casa por un desconocido trauma emocional. Su único contacto con el exterior es con el joven 'rider' encargado de traer los pedidos que su hijo encarga desde el extranjero. El último de esos paquetes es un regalo inesperado: un ordenador portátil que Armando no sabe utilizar.