Hay otra forma de conocer Toledo, o por lo menos eso se ofrece desde el pasado martes en la oficina de turismo municipal, situada debajo de las Casas Consistoriales. Se puso en funcionamiento por motivo del Día Mundial del Agua y pretende, según informó el Ayuntamiento, incentivar la labor divulgativa y de educación medio ambiental de la ciudadanía entorno al imponente río Tajo. Un intento de poner en valor un caudal que parece va a desaparecer y con el que el Consistorio no se da por vencido.
Y es que, Toledo vista desde el aire es una península rodeada por el agua en la que el caudal del Tajo abraza a La Imperial para abastecer sus cauces y proporcionar, fuera de las lindes tradicionales. Este nuevo enfoque a la capital es una iniciativa puesta en marcha por la Concejalía de Servicios Públicos Medioambientales a partir de la decisión adoptada por la Comisión Gestora del Pacto del Tajo en su última reunión.
Con la guía ‘Caminos del Agua. Un paseo por Toledo’, el turista tiene la posibilidad de conocer lugares como el Puente de Azarquiel, el Barco del Pasaje, la Isla de los Pájaros, el Pozo de El Salvador, la Plaza del Ayuntamiento, la Puerta del Vado o las Cuevas de Hércules, entre otras. A lo largo de sus 48 páginas traza un recorrido distinto al que los turistas están acostumbrados puesto que plantea la posibilidad de establecer un itinerario en torno a 18 paradas en las que ofrece información, anécdotas y curiosidades sobre el agua y Toledo.
Según se estipula en el libreto informativo, que se distribuye de forma gratuita, el tiempo propuesto para realizar el recorrido es de unas dos horas y media aproximadamente y la distancia total del itinerario es de unos 6 kilómetros.
Puente de Azarquiel
recuerdo histórico
El viaje por el agua de la Imperial comienza en el puente de Azarquiel, un lugar de gran interés debido a su recorrido histórico que ahora, parece adormecido. Se reencontraron en el margen izquierdo del Tajo, concretamente en la zona conocida como Huerta del Rey, más de 100.000 soldados del ejército cristiano antes de partir hacia la conocida batalla de las Navas de Tolosa. Entre sus historias más curiosa el puente de Azarquiel observa la Clepsida de Azarquiel. Esta instalación, que se componía de relojes de agua que median el tiempo tanto de día como de noche y calculaban las fases de la luna fueron desmontadas una vez para no volver a funcionar y es que, hacia 1133 se mandó desmontar por el rey Alfonso para ver su funcionamiento y no se pudo recomponer. Estuvieron en funcionamiento algo menos de 50 años.
Fuente de cabrahigos
el precio del buen agua
Continuando por el paseo de la Rosa se llega a la Fuente de Cabrahigos muy conocida ya que se sitúa frente a la estación de la Renfe. Cuando estaba en funcionamiento no era su belleza lo importante sino que su agua era de excelente calidad y la más demandada por los toledanos. Tuvieron, incluso, que poner un guarda que cobraba dos reales diarios que debían vigilar el buen uso de la misma.
Fuente nueva
el artificio de juanelo
Volviendo sobre los pasos dados y en un camino hacia el aparcamiento del mirador se encuentra la Fuente Nueva, una obra de finales del XVIII. Es la ingeniería el punto más importante de este punto del tour. Y es que el famoso artificio de Juanelo, importante genio de la ciudad, creó un mecanismo que subía el agua desde el río Tajo hasta el Alcázar, situado un centenar de metros más arriba sin apenas aporte de energía ya que este sistema de abastecimiento obtenía la potencia de la propia corriente.
Acueducto Romano
hace XX siglos...
Por la Senda de Cabestreros se deja andar el turista hasta encontrarse con los estribos de mortero pertenecientes a un acueducto romano. Aunque no se tenga constancia fehaciente de cómo se configuró el mismo se explica con esta instalación cómo hace 2.000 años las aguas captadas de las sierras del Castañar se conducían mediante 40 km que alcanzaba a la Imperial en la puerta de Doce Cantos.
Barco pasaje
cruce
Aunque no está disponible para el público todos los días, el Barco Pasaje es una parada obligada. El embarcadero y la barca eran utilizados por viajeros campesinos durante la época medieval. Se restauró por la escuela taller de Toledo en 1997. Aunque originalmente fuera propiedad del cabildo de la Catedral actualmente está bajo la gestión municipal por lo que sólo puede ser usada durante los fines de semana de primavera y el día 1 de mayo con motivo de la Romería de la Virgen del Valle.
Los molinos del tajo
de saelices, del hierro, de romaila y de la torre
Por la senda ecológica paralela al río discurren diversos molinos de agua, generalmente asociados con el azud que se levantaron a lo largo del XIX. Estos molinos ven su origen en la necesidad, por aquél entonces, que tenía Toledo de moler grano. Ahora, muchos de ellos han tomado un marcado carácter hidráulico debido a las reconversiones llevadas a cabo en el XIX.
Molino del daicán
también se depura
Aunque desde 1142 se utilizaron para moler el grano lo más importante de la zona del Molino del Daicán es el carrizal que se puede observar en la rivera de este tramo tan accesible a la vista. Allí este carrizal hace gala de su función depuradora, muy importante para la ciudad, ya que es capaz de fijar ciertos contaminantes como el fósforo e incluso metales.
molinos de santa Ana
el único que funciona
Es el más interesante de conocer pues, el molino de Santa Ana es el único que funciona de todos los que rodean el río Tajo a su paso por la capital. Actualmente está siendo utilizado como Centro de Educación Medioambiental y en verano se organizan cursos para niños.
Isla de los pájaros
la vega de las aves
Aunque a lo largo del recorrido se han podido observar diferentes aves, algunas anidadas bajo los puentes, más comunes como las ocas del barco Pasaje... Es importante la isla de los pájaros, un paraje natural que constituye un importante refugio de numerosas especies de aves como garzas, garcillas, martinetes, cormoranes, gaviotas y cientos de tipos de palomas.
Baños del ángel
el interior de la ciudad
Ya en el interior del Casco Antiguo de Toledo se puede disfrutar de los baños islámicos mejor conservados de la ciudad: los baños del ángel o de zeid. Este baño tan típico de la cultura musulmana se puede visitar todavía previa cita con el Consorcio.
pozo del salvador
el desuso visual
Se descubrió en el año 2002 gracias a unas catas arqueológicas y desde entonces se pueden observar en la plaza del Salvador. Aunque no se sabe con seguridad, se data este pozo del siglo XI y fue utilizado como abastecimiento de agua hasta el XX. El agua que almacenaba procedía de la lluvia y de las filtraciones.
El ayuntamiento
los botijos de la catedral
En un lateral de la plaza consistorial se encuentra la primera plaza de agua instalada en el Casco Histórico. Pero no sólo de este tipo de instalaciones se ‘abastece’ la plaza más importante. Tambien es protagonista el agua de la catedral que, bajo la solera del claustro, acoge unos pozos que recogen el agua de la lluvia de las cubiertas y patios del templo. Es este agua la que se ofrece a los toledanos cada 15 de agosto con motivo de la festividad de Nuestra Señora del Rosario que honra la tradición por la que los toledanos ofrecían este agua para aplacar el intenso calor reinante.
Amador de los ríos
termas romanas
No sólo los árabes encontraron su hueco para el descanso termal. Toledo acoge unas termas romanas, datadas del siglo I y II que eran un lugar de reunión para esta cultura en la que el cuidado del cuerpo y la política se compaginaban. Existe una sala cálida de unos 120 metros cuadrados sobre un subsuelo que daba calefacción a la sala.
Cuevas de Hércules
nigromancia
Dice la leyenda que fue Hércules el fundador de la ciudad y que era en estas cuevas donde se practicaba magia y nicromancia. Se decía que todo aquel que entraba ahí desaparecía y por ello estas cuevas están empapadas de misterio.
Limosnas de agua
necesidad eclesiástica
La calle de los aljibes acoge dos pequeñas ventanas sobre unas escaleras que daban acceso a dos depósitos de aguas, uno potable y otro no, por los que se daban limosnas al Convento de las Capuchinas. Pero no sólo había estos aljibes, esta calle estaba plagada de ellos y de ahí su nombre. Se conocen al parecer más de seis depósitos de agua.
Calle azacanes
el noble oficio
Hay una calle en la capital que da el nombre a el noble oficio de aquel que subía el agua desde el río. Es la calle de Azacanes situada en el casco. Este oficio estaba regulado por el Ayuntamiento y en 1863 todavía circulaban por toledo 230 caballería de azacanes que realizaban hasta 6 viajes al día. Al estar la cantidad de los cántaros reguladas por el ayuntamiento, si se descubría fraude se rompía el recipiente.
Puerta del vado
el paso del agua
Fue el agua la que dejó bajo tierra la puerta del Vado. Pasada la puerta nueva esta construcción toledana quedó enterrada frente al paso del tiempo la puerta del Vado debido a unas inundaciones ocurridas en los siglos XV y XVI. Se descubrió gracias a unas catas en 1996 y en su interior había escombros de alfareros y canteros.